Teresa García Gasca, rectora de la UAQ, destacó la importancia de desarrollar por lo menos una vacuna mexicana contra COVID-19 y lograr su producción a más tardar en un año
La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, propuso a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la creación de un Plan de Trabajo Nacional para el fortalecimiento de al menos una vacuna mexicana contra el virus SARS-CoV-2, y con ello su producción dentro de un año.
Así lo planteó la académica durante la reunión en donde participó la Máxima Casa de Estudios del estado con la SRE a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y el Consorcio de Científicos Innovadores para la Producción de Vacuntas AntiCOVID-19. Esto como parte de un seguimiento realizado a los proyectos de investigación enfocados al desarrollo de vacunas, métodos de diagnósticos y tratamientos farmacológicos en torno al COVID-19 y que fueron financiados por la AMEXCID.
En este marco, la rectora de la UAQ felicitó a los seis equipos de trabajo que se encuentran realizando investigaciones para el desarrollo de la vacuna; al mismo tiempo que refirió sobre la necesidad de contar con un Plan de trabajo nacional.
“Sería un parteaguas, sería importantísimo para la ciencia mexicana y la sociedad, nos permitiría cristalizar el trabajo de toda la gente que está apostándole para tener una plataforma. Es muy importante que esto se pueda hacer, que no nos quedemos únicamente en buenos deseos e intenciones, poder generar algo más tangible que nos permita seguir avanzando”, señaló García Gasca.
Asimismo, destacó la necesidad de contar con el acompañamiento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a cada uno de los proyectos, con el objetivo de que estos puedan culminar la fase preclínica.
“Creo que no vamos tarde, vamos retrasados, pero creo que sí podemos sacar una vacuna para dentro de un año; pediría que Cofepris nos acompañe más de cerca para que se pueda culminar la fase preclínica, y que de ahí podamos evaluar cuales proyectos pueden llevar a cabo la fase I y la fase II, y una vez llevada a cabo estas fases, con toda la seguridad que esto implicará en términos del éxito de los resultados, apostarle a la o los candidatos vacunales para que alguno de estos seis proyectos pueda cumplir la fase III y podamos ver dentro de un año, hecho realidad, este gran trabajo de muchos grupos para tener al menos una vacuna mexicana”, destacó la rectora.
Al respecto, Martha Delgado Peralta, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanas de la SRE, señaló que “puedo transmitir esta inquietud, que vaya platicando el canciller, Marcelo Ebrard con el presidente y que exista la coordinación interinstitucional requerida para que esto pueda presentarse y se acompañado por las instancias que tiene esta responsabilidad, esta política nacional, nosotros estamos tangencialmente apoyándolos. La idea le va a resonar bastante bien”.
Asimismo, durante la reunión, Juan Joel Mosqueda Gualito, líder del grupo de investigadores que trabaja en la creación de la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 de la UAQ (a base de péptidos), explicó los avances que ha tenido la Universidad en el rubro, y que se basan en la evaluación de la seguridad, toxicidad y la inmunogenicidad del antígeno.
“La fase preclínica la hicimos en cabras, ovejas y conejos, y también evaluamos cerdos, evaluamos diferentes dosis en dos inmunizaciones, 21 días separados, tomamos sueros y medimos anticuerpos. Evaluamos mucho el estado general de estos animales, y demuestran que ni la temperatura corporal, ni los linfonodos, ni la reacción al sitio de aplicación vimos problemas relacionados con la aplicación de la vacuna en animales inmunizados, lo cual nos dice que no hay efectos secundarios adversos al aplicar esta vacuna, además de que generaron anticuerpos. Entonces la vacuna es segura, no causa fiebre, daño en los animales vacunados, es inmunogénica”, señaló.
Asimismo, comentó que actualmente falta aplicarse la prueba de eficacia, la cual se ha intentado hacer los experimentos inmunizando ratones transgénicos o hámster sirio, sin embargo dijo, son pruebas que salen “excesivamente caras”, situación que se sale de presupuesto de la Universidad.
“Estamos en la fase preclínica, esperamos terminarlas en el mes de marzo, y determinar si podemos continuar con la fase clínica con estos experimentos o habrá que esperar los resultados con los transgénicos. Ya tenemos en trámite la patente en el Instituto de la Propiedad Industrial, mientras que en Cofepris falta claridad en la ruta a seguir, otras limitantes son las financieras, hemos estado trabajando con dinero de la Universidad y con donaciones que recibimos de empresas y de la población queretana”, destacó Mosqueda Gualito.