Mudarse de casa suele ser ajetreado y cansado, debes de asegurarte de llevar todo y no olvidar nada ni a nadie. Bambino es un perrito Chihuahua que fue abandonado a su suerte en una casa pues lo olvidaron por completo. La soledad que vivía este can era triste pues nadie velaba realmente por su bienestar, pero gracias a dos jóvenes que sintieron empatía por aquel pequeño ahora Bambino tiene una casa en donde lo quieren y respetan.  

¿Cómo puede ser que se te olvide una mascota? Esa era la pregunta que aquellos rescatistas se hacían, la tristeza de saber que aquel perro tenía alrededor de siete meses solo y que se alimentaba de vez en cuando es lo que los motivó a sacarlos de ese encierro. 

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Bambino no pierde la esperanza de ser rescatado 

¿Te imaginas estar solo y sin conocer el exterior? Este perrito vivió de esa manera y es que, tras irse su familia adoptiva después de llevarlo a casa, Bambino tuvo que lidiar con el calor del día, el frío de invierno y de hambre tras no tener alimento.  

Un vecino que se percató de este perrito empezó a darle comida aventándola desde arriba de la casa para que sobreviviera, pero este mismo joven tenía un trabajo en donde implicaba viajar. La impotencia de no poder sacarlo era grandísima, pero no quería infringir las leyes. Pensar en aquel Chihuahua le robaba el sueño en la noche solo pensando ¿cómo ha sobrevivido tanto? Cuando salía de viaje lo dejaba encargado con más personas, pero no porque comiera quería decir que estaba siendo atendido.  

Esto le agobiaba demasiado, no quería entrar a la casa, eso no era correcto ante la ley, pero tampoco era justo que aquel perro estuviera solo. Entre pláticas con una de sus amigas que es amante de las mascotas le expresó el gran dolor que traía en su corazón, la joven no lo podía creer, pero sabía que tenían que actuar. 

La noche era larga, las horas pasaban ideando una estrategia para sacar a Bambino sin tener repercusiones. El rescatista no quería, pero tras varios esfuerzos de la mujer por convencerlo de darle una vida plena y feliz a ese perrito optaron por sacarlo de ese encierro. El deseo de aquel Chihuahua de una vida feliz, estaba a punto de ser realidad. 

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El rescate de Bambino 

El plan era ganarse su confianza para así sacarlo de esos cuatro muros. Temeroso por no tener contacto social los jóvenes le empezaron a mandar pedazos de salchicha pues quería lograr visualizarlo, ya que la casa era de dos pisos. El joven optó por brincarse de su casa hacía donde estaba Bambino pues así es como se le alimentaba. Con miedos, lágrimas en los ojos y el corazón que le palpitaba rápido este perrito estaba asustado ¿Quiénes eran esos ángeles que le cambiarían la vida? 

Bambino estaba muy delgado, se alcanzaba a visualizar algunos huesos, verlo conmovía a esos dos rescatistas, sabían que ganarse la confianza de aquel Chihuahua sería complicado, pero su amor por los animales era más grande que cualquier impedimento. 

Al llevarlo a la casa en donde pasaría unos días mientras buscaban a una familia cariñosa, este perro estaba curioso de todo, le llamaba la atención las luces, personas y perseguía aromas que jamás había olfateado. 

Una segunda oportunidad para Bambino 

Cuando lo alimentaban este comía rápidamente pues quedó acostumbrado aprovechar, ya que sabía que no siempre tenía el privilegio de tener en su tazón alimentos. Con paciencia de la rescatista lo llevó a pasear y este estaba descubriendo un mundo nuevo. La ida al veterinario resultó aparentemente bien pues salió bien en todos sus estudios, solo tenía desnutrición. Al tercer día la joven ya había ganado su confianza pues Bambino hasta se alegraba de verla. 

Entre una búsqueda rigurosa dieron con una familia perfecta en donde amaban y cuidaban a los animales. Era difícil despedirse, pero sabían que era un final feliz para un perro que paso tanto tiempo sufriendo. Dentro de esta familia hay niños y el amor de la vida de Bambino pues también contaban con una Chiahuahua que cuando se conocieron se dieron cuenta que eran el uno para el otro. Entre abrazos, besos y empatía, aquellos dos jóvenes sabían que su labor estaba hecha. 

Verlo juguetear con su novia, convivir con los niños y ladrar de felicidad era la recompensa, Bambino con los ojos saltados y las orejas bien paradas sabía que era su nueva y mejorada vida. Su gratitud es muy grande con aquellas personas que se jugaron las cosas y velaron por su vida, ahora este Chihuahua se encuentra saludable y es amado. En su corazón guarda a su nueva familia y dos ángeles los cuales amo, aunque estuvo un breve tiempo con ellos.