Una de las bandas de death metal más influyentes y homenajeadas de todos los tiempos es Obituary. Iniciaron por ahí de mediados de los ochenta en las zonas pantanosas del sur de la Florida. Algo que los hacía ser especiales era el hecho de siempre incluir, además de velocidad, pasajes lentos y orgánicos que junto a una voz podrida e inconfundible marcaron el metal extremo para siempre. Hablando de aquellas épocas el baterista y uno de los principales compositores de la banda, Donald Tardy, señalaría en una entrevista desde algún lugar de las redes cibernéticas que: Sinceramente no lo tengo claro, creo que la mayoría de lo que pasó fue coincidencia, el que tantas bandas impresionantes explotaran en Florida a finales de los años 80 y principios de los 90 no tuvo una explicación concreta. Con eso dicho, la competición era muy fuerte. La mayoría de la gente quiere escuchar una respuesta a esa pregunta, como si la razón fuera que había algo en el agua que bebíamos del pantano. Y quién sabe, tal vez fuese eso. Pero sé que crecí viendo Savatage y Nasty Savage, realmente eso me hizo querer ser un gran batería. Executioner tenía un montón de influencias alrededor de los barrios de Tampa, y realmente fue un tiempo increíble.
Recordando, se me hace presente su disco Cause of Death publicado en 1990. Un disco que me parece icónico, cuando buscas insertarte en la escena del metal extremo, cuando aún no se gozan del todo las mieles de los sonidos más extremos, puede llevar a un escucha a varios metros adentro de la escena del death en unos cuantos segundos atrapándolo en algo así como un fragmento de historia sagrada, se trata entonces de un disco mítico, clásico de la escena death metalera y sin más palabras, una propuesta que no necesita recurrir de forma inevitable a la velocidad extrema para masacrar con todo al oyente, con gran capacidad creadora, su fuerza y potencia llegan a lesionar como profundas puñaladas de distorsión, queda muy claro con la intratable Body Bag, un clásico que también nos ofrece los excelentes cambios de ritmo, como un sello de Obituary.
Por otra parte, Obituary es la evolución de una banda anterior de nombre Execurioner, proveniente de Tampa, Florida; una banda muy importante en el Death Metal, ya que fueron una de las primeras bandas en existir de este género en territorio estadounidense. Con un estilo que de inmediato se coronó como especial y único. John Tardy (vocal), junto a su hermano Donald (batería), Trevor Peres (guitarra), Allen West (guitarra) y Daniel Tucker (bajo) hicieron un grupo invencible que arrasaría con la escena. También recuerdo ahora su pesadísimo álbum de debut Slowly We Rot (1989) que muy rápido se convirtió en uno de los padres del Death Metal estadounidense, muy certero y con gran énfasis en la pesadez sin necesidad de ser rápidos, es decir, su sello distintivo es la brutalidad de ritmos de medio y bajo tempo. El álbum fue diseñado por el legendario productor Scott Burns en Morrisound Studio, que vendría a ser la instalación más solicitada para la producción de álbumes en el surgimiento del género Death Metal de 1990.
Con sus discos posteriores, Obituary se volvió aún más imbatible y singular.
Podríamos ya hablar de un estilo imposible de imitar o acaso de rebatir. Inclusive con la sensación, tanto de la prensa especializada como la de los fans, quienes concluían en quórum sobre la descripción de la banda: asesina y rápidamente lenta. Parece paradójico, pero se trata de una complejidad que de manera magistral propone el sonido de la banda. Así es que la verdadera paradoja está en que Obituary fue cualquier cosa menos una suma de simples influencias, podríamos más bien hablar de un viaje exploratorio a la deshumanización infinita de todo lo que se sabe, esto es porque todo tiene que ver con una innovación brutal para ellos. Irónicamente, las imágenes que conspiran en rolas como Don’t Care y World Demise de manera predictiva respecto a temas sobre lo que sucede en el mundo. Así es que además de compartir un enorme legado por sonido y letras, la banda ha continuado con el compromiso de mantenerse en pie de lucha, luego de su separación entre 1997 y 2003, grabando discos que se colocan entre los primeros sitios al interior del Death Metal mundial.
Otro aspecto de llamar mucho la atención es la agresiva, desgarradora, voz de ultratumba del extraordinario John Tardy, un vocalista gutural que inclusive para el que recién incursiona en el metal extremo puede no ser desconcertante. Esto podría tener que ver con sus tiernos y conmovedoramente espeluznantes alaridos. Regresando a su disco Cause of Death, valdría la pena resaltar la rola Dying, que deja al descubierto los buenos músicos de la banda, al generar un comienzo íntegramente instrumental que se extiende más allá de los tres minutos, repleto de riffs de voltaje brutal, un baterista atronador y unos solos de gran técnica. Pareciera que ésta se convertiría en una constante. En este disco en particular se muestra en todos los temas las vocales desgarradoras e intimidantes, riffs gordos y sepultantes, batería arrolladora, infinidad de cambios de ritmo, y como un sello de oro la maestría técnica y contundencia, brutalmente plasmadas en un estilo pionero e indiscutible.
Para sellar con broche de oro el mismo Donald Tardy, el de las batacas brutales comenta respecto a cómo iniciar en la música y como iniciaría él de nuevo: Elige un estilo diferente de música porque no hay dinero en el death metal. ¡Monta una banda que suene en las radios! No cambiaría nada. Estoy muy orgulloso de lo que he hecho, y por lo que he aportado a la comunidad heavy metal. Obituary ha grabado su nombre en la historia del death metal. Finalmente comparte qué tipo de música escucha, sin duda una recomendación de lujo: Puedo apreciar nuevos estilos de música, canciones locas y técnicas que se están escribiendo en estos tiempos, pero yo mismo soy un producto de la vieja escuela, así que todavía sigo escuchando mis álbumes clásicos de metal. No hay un día de gira que pase sin que escuche Holy Diver cuando estoy calentando para un concierto. Hay muchas bandas asesinas nuevas que me encantan como Dust Bolt, de Alemania, sus dos últimos álbumes son parte de mi mierda favorita, junto con bandas que han acompañado a Obituary en el tiempo, como Corrosion of Conformity, que no paro de escuchar.