Con el acercamiento de la temporada más calurosa del año, las frutas tropicales como la lichi se vuelven más abundantes. Y si has disfrutado de estas dulces frutas en casa, es posible que te hayas preguntado si puedes compartirlas con tu perro. Pero, ¿las lichis se encuentran entre los alimentos seguros para tu mascota? Te contamos qué dicen los expertos de Dog Desires. 

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Los perros no necesitan comer frutas ni verduras para mantenerse saludables, pues obtienen todos los nutrientes que necesitan del alimento para mascotas. No obstante, algunos de estos alimentos, y nos referimos a los que no son tóxicos, pueden servir como golosinas saludables para tu amigo de cuatro patas. Pues estos animales suelen disfrutar de la textura o el sabor de algunas frutas y verduras. 

¿Los perros pueden comer lichis?

De acuerdo con los expertos, tu mascota sí puede comer lichis. Pueden comer la pulpa de la fruta, siempre que esté bien madura; pero con moderación y de vez en cuando. Debido a que, además de que es una fruta que contiene mucha azúcar, no se sabe con seguridad la cantidad de lichi que los perros pueden tolerar. 

Además de que no se conoce exactamente la cantidad de lichis que puede provocar reacciones negativas en estos animales, es importante recordar que todas las golosinas pueden ser malas en exceso. Estas no deben constituir más del 10% de las calorías totales que un perro consume al día. De lo contrario, podría desarrollar sobrepeso y hasta obesidad. 

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Riesgos de darle lichis a un perro

Tu amigo de cuatro patas no debe consumir las semillas de la lichi bajo ninguna circunstancia, pueden comer la pulpa solamente. Las semillas de lichi no solo son venenosas por sí mismas para los perros, sino que también son pequeñas y ovaladas, por lo que pueden causar asfixia si un perro las consume accidentalmente. Y si te estás preguntando si las semillas de las lichis también son venenosas para las personas, en efecto, sí lo son. 

También es necesario que retires la cáscara de la fruta por completo antes de ofrecérsela a tu perro. La cáscara no es comestible, además de que puede estar cubierta de pequeñas espinas. Si tu mascota la consume, ni siquiera le sirve como fuente de fibra, sino que puede provocarle  una obstrucción intestinal y calambres severos. 

Si sospechas que tu perro pudo haber consumido semillas de lichi o cualquier cantidad de la cáscara, consulta inmediatamente con su veterinario. Es posible que necesite tratamiento para evacuarlas.