Es necesario que los gatos tengan una revisión anual en la veterinaria. Aunque hay algunos que tendrán que ir de manera constante porque padecen alguna enfermedad. Cuando los felinos van a sus citas generan estrés, pero existen maneras de reducirlo.
La situación no les agrada porque tienen la necesidad de tener el control de su entorno. Su carácter independiente y territorial se los pide. Además, su sensibilidad ante los olores los hace sentir inseguros.
Llegar a una clínica es amenazante para los michos al notar el aroma de posibles depredadores. Una serie de prevenciones antes de llevarlo podrían ahorrarle desgaste emocional y físico.
También te podría interesar: Trucos para poder darle el medicamento a tu gato sin ser aruñado
Antes de partir, preparar la transportadora
No se recomienda que la mascota esté suelta en el auto, puesto que podría provocar un accidente o lastimarse. En estos casos es mejor usar una transportadora. Por seguridad del pequeño, no debe ser muy grande. Es más cómodo para ellos y para ti tener una que se abra también de la parte superior.
Al momento de transportar al gatito es recomendable cubrir la canasta con un paño o toalla durante el trayecto. Esto lo mantendrá calmado. Colócala en el área donde van los pies o si se prefiere, en el asiento, pero abrocha con el cinturón de seguridad. Así evitarás que se mueva demasiado. Hay personas que prefieren poner una toalla abajo de la transportadora tanto para nivelarla como para evitar incidentes.
Procura conducir despacio y con cuidado. Si el ambiente alrededor del minino es pacífico, será más sencillo que adopte esta misma condición. Cuando llegues a la clínica camina tranquilo y sin prisa, evitando así, balancear el transportador.
Mantener los olores familiares del gato
Si mantienes un olor familiar en la transportadora será menos probable que el micho se altere. Lo ideal es que ésta forme parte del mobiliario de tu hogar; que a veces duerma o se alimente en ella. Si no lo has hecho, puedes impregnar de olores que tu amigo reconozca en ella. Puedes frotar una prenda sobre él y después meterla en la canasta.
Existe el Feliway®, que es una feromona que calma a los gatos, la cual puedes rociar en la transportadora 15 minutos antes de meter al gatito. Si éste muestra pánico al verla, manten la canasta cerca pero fuera de su vista. Envuelve al gato en una frazada con olor familiar y después colócalo dentro de manera gentil.
Cómo mantener tranquilo al minino en la sala de espera
Sería perfecto si la clínica donde llevases a tu gato tuviera un área de espera especial para ellos, pero no todas la tienen. Podrías intentar ir en un horario en que se atiendan más a gatos que a perros. Será menos difícil para tu compañero si lo mantienes en la transportadora con ésta elevada, nunca al nivel del piso.
Busca un lugar tranquilo donde esperar y mantén la canasta cubierta para que evites el contacto visual entre tu compañero y otros animales. Si notas que está estresándose, déjalo en el auto con una ventana abierta mientras tú aguardas su turno. También ayuda que al hablar lo hagas con voz baja.
También te podría interesar: A qué edad vacunar a un gato y cada cuánto tiempo se desparasita
Dentro del consultorio
Observa cómo el personal trata a tu minino, si algo no te agrada, no lo lleves más ahí. Los gatos son sensibles a los cambios, por lo que es importante que quien lo atienda sea comprensivo y paciente. Acaricíalo para que esté relajado. Si el doctor te dice cosas que no entiendes, hácelo saber. Pide una demostración sobre cómo aplicarle un medicamento si el médico lo ha sugerido.
Internamiento
Ocurre que en algunas ocasiones es necesario dejar internado al gatito. Si esto pasa, pregunta dónde se quedará. Es necesario que observes si estará separado de otros animales. Verifica que las jaulas sean sólidas y estén limpias. También, que su tamaño sea adecuado. Pregunta si te permiten dejarle ropa de cama con el aroma de tu hogar para que esté más cómodo. Finalmente, cuestiona cuándo podrías visitarlo.
De vuelta a casa
En el momento en que tu pequeño amigo llegue a casa trátalo con cariño. Háblale, acaricíalo y procura que tus movimientos sean suaves. Puedes cepillarlo tranquilamente y usar la feromona sintética Feliway® para brindarle serenidad.
Evita que lama heridas y/o muerda puntadas. Si notas que no lo deja de hacer, pide en su clínica un collar especial para gatos para que lo use temporalmente. Llama a la veterinaria si tienes alguna inquietud y piden que te expliquen cómo debes tratarla. También es importante asegurarte de administrar los medicamentos según las instrucciones.
Cuando a los gatos les duele algo, la manera de saberlo es notando una pérdida de apetito o que se esconda. Lo mejor es comunicarse con su médico para tener asesoramiento. Ten listo un lugar tranquilo y cálido en tu casa para que pueda descansar y recuperarse en él.
Socialización con las demás mascotas
La mezcla de olores de la veterinaria se impregnará en tu micho de manera inevitable y más aún si se ha quedado internado, lo que podría generar ansiedad en tus demás mascotas. Lo mejor es evaluar la situación cuando intruzcas al minino en tu hogar. Puedes meterlo a un cuarto para que se vaya familiarizando con el olor de la casa de nuevo. Es mejor mantenerlo separado para que no se abrume.
Los demás animales se acercarán intuitivamente a la puerta y comenzarán a percibir el olor de la clínica, lo que les permitirá acostumbrarse. Después, mezcla los aromas acariciando a los gatos u otros animales, sobre todo en el área de la cabeza. Si crees necesario mantenerlos separados más tiempo, hazlo. Pueden ser un par de días.