La paz mental no es un mito, es algo que todos pueden alcanzar, pero para esto hay que cambiar algunas cosas, hacer ajustes y tener hábitos saludables que ayuden a frenar el problema en lugar de hacerlo más grande.
Todo apunta a que se debe intentar llevar vidas más relajadas y simples, además de que es importante tener un balance entre lo personal y profesional, y que debemos hacer todo lo posible por mantener los niveles de estrés controlados, pero a veces es más fácil decirlo que hacerlo.
A veces el ruido y el caos de la mente se sale de control y la negatividad llega para arruinarlo todo, y el constante bombardeo de información no hace mucho por evitarlo, y evitar el problema no lo va a solucionar, así que no querer ver los platos sucios en la cocina no va a hacer que aparezcan limpios al otro día.
Las preocupaciones, el ruido, las inseguridades y la ansiedad en ocasiones son inevitables, pero los expertos también dicen que hay algunas cosas que pueden hacer por si mismos para que sean lo menos posible y para tener un poco de paz y tranquilidad.
Es por eso que les recomendamos cinco hábitos para conseguir paz mental:
Limiten los viajes en el tiempo mentales: Es genial poder recordar momentos de su pasado, pero aferrarse a un mal recuerdo o dejarse llevar por la idea de un futuro terrible no es muy saludable e incluso pueden llegar a ser factores de estrés crónico.
La verdad es que puedes hacerlo, pero no deben dejar que eso se convierta en una obsesión y evite que vivan el presente y disfruten de lo que tienen y están haciendo en ese momento.
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Controlen sus expectativas: Es bueno tener expectativas, eso ayuda a esforzarse y a trabajar duro, pero las metas poco realistas solo les van a dejar frustrados y desesperados cuando se den cuenta de que no pueden alcanzarlas de la forma que creen.
No deben preocuparse por las cosas que están fuera de su control, tampoco deben compararse con los demás o creer que van a conseguir algo solo por pensarlo. Intenten plantear expectativas manejables y posibles, esto evitará muchas decepciones.
Practiquen la autocompasión: Dicen por ahí que no hay peor crítico para una persona que ella misma, incluso cuando a otros los tratan mejor que a sí mismos. Es importante ser crítico, pero también aprender a reconocer cuando algo se hizo bien o cuando un problema realmente no fue tan grave, y aprender a tratarse a sí mismos de la misma forma en la que se trata a alguien externo en una situación similar.
Un buen tip es pensar en cómo se trataría a un buen amigo en un problema similar y aplicar eso mismo.
No basen todos sus pensamientos en intentar escapar o evitar la ansiedad: Claro que debes hacer todo lo posible por evitar el estrés y la ansiedad, pero tampoco se trata de que solo pienses en evitar personas, situaciones o cosas que los causan, sino que deben dejar de preocuparse y pensar y enfocarse en cosas que son realmente productivas, que disfruten y que pueden hacerles sentir mejor.
Tomen decisiones basadas en sus metas y objetivos, no en lo que quieres evitar.
Memento Mori: La frase en latín se traduce como “recuerda la muerte” y no se trata de obsesionarse con la idea de la muerte, sino en tomar eso como un elemento para darle sentido a la vida, para enfocarse en las cosas que de verdad importan y eliminar todo eso que
“El que teme a la muerte nunca hará nada digno de un hombre vivo”, Séneca.
GQ.