Por Alina Archundia Ramírez. Enviada
Cancún, QRoo., 14 Jul (Notimex).- De los casi 300 mil millones de dólares anuales que México exporta a Estados Unidos, alrededor de 80 por ciento ingresaría con arancel de cero a cinco por ciento, ante la eventual retirada de este país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al participar en el 78 Congreso Nacional de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (Caaarem), en el panel “El TLCAN y otros retos de Norteamérica”, Jaime Zabludovsky Kuper consideró que esa situación “no implica el fin del mundo”.
“Si no hubiera TLCAN, 36 por ciento de los 300 mil millones de dólares que mandamos, entrarían con cero arancel de todas maneras, porque Estados Unidos tiene cero con todo el mundo en esas fracciones”, señaló el especialista en comercio exterior, y quien fuera subjefe de la negociación del tratado comercial por la parte mexicana.
Si embargo, agregó que otro 43 por ciento pagaría un arancel de cinco por ciento o menos, “lo que nos lleva a que 80 por ciento de las exportaciones mexicanas entrarían con arancel de cinco o menos, que no es el fin del mundo”.
Explicó que sólo hay un grupo de exportadores que está arriba del pago de 20 por ciento, que tienen aranceles específicos y equivalen al 16 por ciento de las exportaciones, que seguramente sí tendrían que pagar aranceles más elevados.
Por lo tanto, dijo, lo importante es enfocar las acciones que deberá aplicar el gobierno mexicano al interior de la economía nacional sin TLCAN, “porque su valor más importante ha sido interno”.
Ello, porque obligó a México a la apertura comercial, “y tiramos la llave de esa apertura” porque se consolidó en un tratado internacional lo que hoy es “una camisa de fuerza para las autoridades mexicanas, porque deben portarse bien y no pueden cerrar el mercado”, dijo.
Zabludovsky Kuper expuso que “el reto más importante en ausencia del TLCAN, aunque no creo que lleguemos a ese momento, es cómo reaccionará el gobierno mexicano y cómo resistimos la tentación de empezar a cerrarnos”.
Consideró que, en todo caso, se tendría que hacer una apertura unilateral muy fuerte para alejar a los importadores mexicanos en igualdad de circunstancias a las que tienen ahora, en el sentido de no pagar aranceles derivados del TLCAN.
Por otra parte, estimó que una vez que inicien las negociaciones de la modernización de este tratado comercial el próximo 16 de agosto, y de desarrollarse de acuerdo con los tiempos mínimos estimados con los protocolos legislativos y a nivel ejecutivo, el proceso de aprobación de la nueva fase del acuerdo por parte de Estados Unidos sería hasta 2019.
Mientras que por parte de México, probablemente fuera antes, incluso previo al término de la presente administración, agregó.
Sostuvo que el déficit comercial de Estados Unidos de ninguna manera está ligado a las importaciones procedentes de México, sino a que el gasto de ese país es mayor a sus ingresos, principalmente a los relacionados con los impuestos.
Por tanto, el déficit comercial de Estados Unidos no se resolverá con la modernización del TLCAN o con su anulación, concluyó Zabludovsky Kuper.