A pesar de que ya llevamos miles de años de evolución, y exploración del comportamiento humano en áreas como la sexualidad, hay temas que aún son tabú para la sociedad, y son vistos con extrañeza por quienes no lo practican. Como las parejas swingers -quienes intercambian compañeros sexuales con otros-, que esconden un apasionante mundo detrás.
Carol y David, de 54 años los dos, realizan esta práctica a menudo. Pero el camino hasta ahí no fue tan simple como llegar y empezar a tener relaciones con el resto.
Según informó Mirror, todo empezó en 2005 cuando ambos fueron con sus respectivas parejas de ese entonces, Fred y Joan, a vacacionar a un centro de esquí. Allí, sus compañeros se enamoraron entre sí, y tras volver a Montreal -donde eran vecinos-, comenzaron a tener una relación paralela.
A los 6 meses, Fred y Joan rompieron con Carol y David, en el mismo día, para así poder iniciar una nueva relación, dejando a varios hijos detrás.
Destrozada, Carol llamó a David para contarle al respecto, ya que su esposo la estaba dejando por la mujer de él. Así fue como se enteró que a David también lo habían abandonado, y al día siguiente se reunieron para desahogarse.
No pasó mucho tiempo para que ambos tuvieran un vengativo y desenfrenado sexo a un costado de la carretera. A partir de ese día, se convirtieron en “amigos con beneficios”.
Sexo que valió por el de años, ya que ambos venían de relaciones en las cuales la intimidad escaseaba como agua en el desierto. Carol, tras 16 años de matrimonio, tenía relaciones con suerte dos veces al mes. Y así también le pasó a David, con 10 años de relación encima.
Pasaron un par de meses y la relación escaló, y descubrieron que además de su intimidad se apoyaban, compartían y cuidaban, por lo que decidieron ser una pareja monógama y exclusiva, al menos por 2 años. Sus exes, en tanto, estaban aliviados con la noticia.
Pero en 2008 decidieron ir más allá, cuando en un resort exclusivo para adultos en Cancún descubrieron la realidad swinger.
Allí conocieron a una pareja de dichas características, y motivados por la curiosidad, terminaron teniendo su primera aventura con más compañeros en la cama. Ahí empezó su camino por esta nueva sexualidad: fiestas de swingers, miles de dólares en juguetes sexuales, orgías de 20 personas en un gran jacuzzi. Todo lo que se pueda imaginar.
Experiencias sexuales de todo tipo, en las cuales siempre comparten la misma habitación, pero no siempre la misma pareja. “Nunca nos separamos, y me encanta ver y escuchar como se caliente”, explicó Carol.
En 2013, tres años después del matrimonio entre Joan y Fred, se casaron y mirando el pasado, ambos coinciden en que el día en que los abandonaron fue el “mejor de sus vidas”. Ahora incluso tienen un programa radial, “El estilo de vida sexy con Carol y David”, en VoiceAmerica.com, con más de 250 mil auditores.
“Llevamos juntos 12 años ya, y aprendemos del otro cada vez más. La vida nunca había sido mejor”, sentenció.
Source: UPSOCL