Después de que el pasado 14 de marzo la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud del gobierno federal detectara un caso importado de sarampión en la Ciudad de México, que se trataba de un niño de cuatro años y ocho meses, que llegó al Aeropuerto Internacional de la CDMX proveniente de Londres.
Siendo detectado inicialmente en el consultorio de sanidad internacional de los servicios de salud pública de la Ciudad de México.
La madre declaró que los síntomas de la enfermedad comenzaron un día antes de volar a México, el niño fue diagnosticado por la evaluación que se le hizo en el consultorio de Sanidad Internacional de los Servicios de Salud Pública de la CDMX. Además se le realizó una exploración física en la que se le encontraron lesiones en la piel (exantema maculopapular) propias del sarampión.
Al ser detectado el caso se activó de inmediato el protocolo de respuesta rápida con los servicios de salud pública de la Ciudad de México. Sin embargo, este incidente planteó varias interrogantes sobre la efectividad de las medidas de prevención y de cual importante de la vacunación para evitar la propagación de enfermedades infecciosas.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa. Se contagia más fácilmente cuando una persona infectada respira, tose o estornuda, esto puede provocar una enfermedad grave, complicaciones o la muerte.
Esta enfermedad puede afectar a cualquier persona pero es más común entre los niños.
Antes de propagarse por todo el cuerpo, el virus infecta las vías respiratorias. Los síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y una erupción cutánea que se extiende por todo el cuerpo.