Las secretarías rechazaron el aumento del precio de la tortilla que algunas empresas decidieron imponer.
La Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) rechazaron el aumento del precio de la tortilla que algunas empresas decidieron imponer.
«No existen elementos de abasto o presiones inflacionarias en los eslabones de la cadena productiva que justifiquen incremento alguno en el precio de la tortilla», señalaron a través de un comunicado.
Asimismo, explicaron que se encuentran monitoreando la estructura de costos de «todos los eslabones del conjunto de la cadena productiva maíz grano-masa-harina-tortilla».
No obstante productores de tortilla a nivel nacional señalaron que a partir del próximo 1 de diciembre, el costo de este básico en la canasta nacional se incrementará al menos un peso, ante el aumento de los energéticos, maíz y costo de producción en general.
El presidente del Consejo Nacional de la Tortilla hizo un llamado al gobierno para que dé apoyos a los pequeños agricultores y no sólo a los monopolios de maíz. Esto para “blindar las cadenas” de producción del maíz blanco.
Derivado del alza en costos de materias primas durante el 2020, especialmente el agua, el maíz y el transporte, más de cien mil negocios que venden este alimento se verán en la necesidad de incrementar su precio.
México prohibirá el glifosato hasta 2024, cancerígeno presente en tortillas
En Argentina se utilizan 10 litros de plaguicida por habitante cada año, de éstos, 8 litros son glifosato, clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como potencial cancerígeno.
Damián Marino, investigador de medio ambiente de la Universidad Nacional de la Plata, aseguró que el herbicida invade el aire y agua de lluvia de la cuenca del río Paraná, donde habitan 75 millones de personas.
Mientras tanto, en México, se analizaron comunidades agrícolas de Autlán, Jalisco. Los resultados arrojaron que todas las muestras de orina de niños de Ahuacapán contenía glifosato y el 72 por ciento de Agua Caliente, según un estudio de 2019 de la Universidad de Guadalajara (UdG) y del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología (CIESAS).
Otro estudio llevado a cabo en 2017 por Emmanuel González Ortega, investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de Xochimilco, reveló que las tortillas contenían glifosato.
La investigación tenía por propósito calcular la presencia transgenes en alimentos procesados elaborados con maíz. Tomó como objeto de estudio 400 muestras de tortilla, de las cuales, en el 82 por ciento hubo presencia de transgenes.
Encontramos que más del 90 por ciento de las muestras de tortillas producidas industrialmente. Es decir, en tortillerías usando harina de maíz, contiene algún tipo de transgene. Y en más del 70 por ciento de la muestra de tortilla analizada se encontró una de las líneas de maíz genéticamente modificado (NK603) con tolerancia al herbicida glifosato.
Prohibición hasta el 2024.
Por recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) , la Semarnat ha rechazado la importación de 67 mil toneladas de glifosato desde noviembre 2019.
A pesar de ser un Plaguicida Altamente Peligroso (PAP) embajadas de 22 países y de grandes productores agropecuarios en Sonora y Sinaloa argumentan que restringir el herbicida afectará la producción hasta en un 50 por ciento.
Para reducir el impacto, se restringirá hasta 2024, de acuerdo con la Directora general del Sector Primario y Recursos Naturales de Semarnat, Adelita San Vicente Tello.
En El Salvador, India, Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos ya lo han prohibido totalmente.
La idea es que no se use más e impulsar la agroecología, porque no solo se usa en la agricultura, sino en jardines, carreteras, las presas.
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