“El anciano sin salud no quiere vivir”
Sor Jeanne
Mi querido viejo: estás leyendo este artículo, esto quiere decir que tienes un buen par de ojos para leer, –aún con anteojos–, y que te enteras de lo que sucede a diario en nuestras vidas.
También quiero creer que gracias a que has tenido cuidado para proteger y respetar a tu cuerpo desde tu juventud, tendrás una salud bastante buena, y eso te permite disfrutar de estos años maravillosos, que otros compañeros ya no pudieron disfrutar.
Pero si nos ponemos a pensar, ¿esto es igual para los casi 13 millones de viejos que ya somos en el país?, ¿qué calidad de vida tiene el 10 por ciento más respetable de la población?, y digo respetable porque nosotros somos quienes desde los años 50 y 60 del siglo pasado trabajamos para dar sustento a nuestras familias y contribuir al desarrollo del país, nosotros pagamos impuestos, y, cada quien en su área, fuimos los constructores del México de hoy; somos respetables, sí, merecemos respeto.
Conozco desde hace tiempo al doctor Luis Miguel Gutiérrez Robledo, que ahora es director general del Instituto Nacional de Geriatría, que está muy preocupado porque cada día somos más, vivimos más años que nuestros abuelos o tatarabuelos, y eso hace que cada día haya más queridos viejos sanos, pero muchos otros sufren diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, artritis y otras enfermedades crónicas, que requieren atención, medicamentos y rehabilitación; las cifras son importantes: el 25 por ciento de nosotros –uno de cada cuatro–, tenemos alguna enfermedad o discapacidad, y que el 30 por ciento de quienes salen de los hospitales institucionales tiene más de 60 años.
Y ahora nos encontramos con que los familiares de los viejos de México tienen que gastar más del 20 por ciento de su presupuesto en atender a sus queridos viejos, porque las instituciones de salud son insuficientes y en ocasiones no hay medicamentos.
Estamos ante un problema tan severo como el de la obesidad y la diabetes, que no fue atendido ni por las autoridades ni por los ciudadanos, y ahora es gravísimo, tanto que nuestros hijos pueden morir antes que nosotros; en el asunto de la vejez ignoramos por decenios que había cada vez más mexicanos longevos, y, ahora, ¿cómo los vamos a mantener?, ¿y cómo trataremos sus enfermedades?
Por eso, querido viejo, creo que es el momento de alzar la voz; y es bueno que el nuevo gobierno haya señalado que los viejos serán una prioridad para este sexenio, porque se ha dado cuenta de que somos millones, y muchos de nosotros tenemos carencias y tenemos enfermedades, que no sólo nos afectan sino que dañan severamente a nuestra familia, que tiene que erogar mucho dinero en el tratamiento de nuestros males, y como estos achaques son crónicos, el gasto es inacabable.
Aún no sabemos cómo va a actuar el actual gobierno, porque como dice el doctor Gutiérrez Robledo no hay un plan de prevención que pueda lograr una mejor calidad de vida para los millones de ancianos; falta dinero, sí, el apoyo que dará el Gobierno es mínimo, y la posibilidad de atención médica, como están las instituciones, es insuficiente. Los viejos en el 2019 debemos vivir mejor, tenemos que alzar la voz y exigir a los legisladores que ayuden, que legislen en pro del envejecimiento saludable.
Tú sabes, querido viejo, que soy optimista, siempre optimista, pero con inteligencia debemos actuar antes de que sea demasiado tarde; el propio doctor Gutiérrez Robledo hace un llamado y dice: “cada vez será necesario destinar más recursos para la atención hospitalaria de los ancianos”, por lo que juntos debemos encontrar la manera de respaldar la moción del doctor Gutiérrez Robledo, ¿tú qué opinas?
Médico y escritor
Facebook Bien y de Buenas-Rafael Álvarez Cordero
Source: Excelsior