La Fiscalía General de la República (FGR) tiene 48 horas para dar a conocer el destino de las pólizas de seguro que le fueron decomisadas a Sandra Ávila Beltrán “La Reina del Pacífico”.
Este lunes 02 de septiembre, un juez aceptó a trámite una demanda de amparo promovida por Ávila Beltrán, para recuperar dos pólizas de seguro a su nombre y de su hijo, las cuales le fueron aseguradas por la extinta Procuraduría General de la República (PGR), luego de ser detenida el 28 de septiembre de 2007.
UN AMPARO PROMOVIDO EL PASADO MES DE ABRIL
El amparo fue promovido el pasado mes de abril y fue concedido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal, con sede en la Ciudad de México.
El Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo requirió información a la FGR, quien sólo respondió que no era posible devolverle las pólizas, pero no dio ninguna razón.
EN EL AMPARO SE ESTABLECE QUE
En el amparo se estableció que dichos documentos no tenían ninguna relación con los cargos por lo que se sentenció a Sandra Ávila, por lo que la FGR debería devolvérselos.
SUBIÓ A LA CIMA DEL CRIMEN PARA CONVERTIRSE EN UNA DE LAS REINAS DEL NARCO
Tan glamorosa como intocable, Sandra Ávila Beltrán, subió a la cima del crimen para convertirse en una de las pocas reinas del narcotráfico.
Nació en Mexicalli, Baja California (México) en 1960. Sus padres, María Luisa Beltrán Félix, y Alfonso Ávila Quintero, fundador del Cártel Guadalajara, le abrieron la puerta en el mundo del tráfico de drogas: le revelaron los movimientos financieros y las negociaciones con organizaciones criminales.
SOBRE UN MITO DE HISTORIAS, QUERÍA SER PERIODISTA
Ávila Beltrán, sobre quien se ha tejido un mito de historias, quería ser periodista. A los 18 años se inscribió en la escuela de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara, que en ese entonces, al inicio de los 80, tenía poco de inaugurada.
Solía llegar tarde a clases, casi siempre dos horas después de iniciada la jornada. Entraba en silencio y se sentaba en la primer banca disponible.
“Una reina sin su trono”
En abril de 2013, frente a una corte en Miami (Estados Unidos), Sandra Ávila se declaró culpable del tráfico de cocaína.
Los registros judiciales probaron que la mexicana fue un accesorio importante en una organización que incluía a su entonces novio, Juan Diego Espinosa Ramírez.
ESPINOSA FUE UN ANTIGUO ENLACE ENTRE EL CÁRTEL DE SINALOA Y EL CÁRTEL DEL NORTE
Espinosa fue un antiguo enlace entre el Cártel de Sinaloa y el cártel del Norte Valle de Colombia. En 2009 enfrentó cargos de tráfico de coca.
Según la misma Ávila Beltrán, entre 2002 y 2004 le proporcionó dinero a Espinosa para viajes y alojamiento para que evadiera el arresto de las autoridades.
SU DEFENSA ARGUMENTÓ SIN ÉXITO
En 2012, Avila había sido absuelta de cargos similares en México y su defensa argumentó sin éxito que eso significaba que no debía ser extraditada.
Pero en junio de ese mismo año, un tribunal otorgó la extradición para que pudiera enfrentar los cargos pendientes en los Estados Unidos, donde los fiscales alegaron que también tenía vínculos con incautaciones de cocaína en Chicago.
ELLA TRAFICABA COCAÍNA DESDE COLOMBIA A LOS ESTADOS UNIDOS
La solicitud indicaba que Ávila pertenecía a una organización que traficaba cocaína desde Colombia a los Estados Unidos. Los fiscales estadounidenses aseguraron que ella ayudó a almacenar y trasladar los envíos de la droga de México a los Estados Unidos.