El ritual de la investidura este martes del político ultraderechista Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil, en el que son esperados once jefes de Estado y de Gobierno, se prolongará por más de cinco horas y, a petición del futuro mandatario, contará con una ceremonia religiosa como novedad.
El ritual comenzará a las 14.30 hora local (16.30 GMT) con la llegada de Bolsonaro y de su esposa, Michelle, a la Catedral Metropolitana de Brasilia, y tendrá como último acto una recepción en la sede de la Cancillería que comenzará a las 18.30 hora local (20.30 GMT) y que el gobernante ofrecerá a las delegaciones internacionales.
Entre la Catedral y la Cancillería, Bolsonaro y su vicepresidente, el general de la reserva del Ejército Hamilton Mourao, pasarán por la sede del Congreso, donde serán formalmente investidos, y por el Palacio presidencial de Planalto, donde el nuevo gobernante recibirá la banda presidencial, pronunciará un discurso ante el público, será saludado por los jefes de Estado invitados y juramentará a los miembros de su gabinete.
Todo el ritual comenzará con un pequeño acto religioso en la Catedral de Brasilia, una novedad solicitada por el Bolsonaro y que no era tradición en Brasil.
Tras una breve oración, el presidente electo recorrerá la Explanada de los Ministerios, la avenida en Brasilia en la que están ubicadas las sedes de todos los poderes, aunque, por motivos de seguridad, aún no ha sido decidido si lo hará en coche abierto o en un vehículo blindado.
La decisión dependerá del equipo de seguridad de Bolsonaro, quien fue acuchillado en medio de la campaña electoral en un atentado que lo mantuvo cerca de un mes en el hospital y que ha sido blanco de diferentes amenazas.
Si opta por desfilar en coche abierto, lo hará en el Rolls Royce “Silver Wraith” sin capota de la presidencia que dejó de fabricarse en 1958 y fue donado a Brasil por la reina Isabel II de Inglaterra en 1953.
En su recorrido de menos de un kilómetro hasta la sede del Congreso, el futuro mandatario podrá ser observado por las entre 250.000 y 500.000 personas que se calcula que acudirán a la Explanada de los Ministerios para la investidura.
El presidente y el vicepresidente electos serán recibidos en la rampa del Congreso Nacional a las 14.50 horas (16.50 GMT) por los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Eunicio de Oliveira y Rodrigo Maia.
En el Salón Negro del Congreso, antes de dirigirse al plenario, recibirán el saludo del presidente de la Corte Suprema, José Antonio Dias Toffoli, y de la Procuradora General de la República, Raquel Dodge.
En el plenario, en la sesión solemne de investidura y ante la presencia de los jefes de Estado invitados y los expresidentes brasileños, Bolsonaro y Mourao serán investidos por el presidente del Congreso, firmarán el término de la toma de posesión y jurarán el cumplimiento de la Constitución.
Ya como presidente investido, Bolsonaro pronunciará un discurso ante el Congreso, en el que, por tradición, enumerará las principales metas de su Gobierno.
El acto en el Congreso concluirá a las 16.00 hora local (18.00 GMT) con la interpretación del himno nacional seguida de una salva de 21 tiros, una exhibición de aviones de la Fuerza Aérea y la revista a las tropas del Batallón de la Guardia Presidencial.
Veinte minutos después, Bolsonaro subirá la rampa del Palacio de Planalto, donde el actual presidente, Michel Temer, le colocará la banda presidencial. En el Parlatorio ubicado junto a la rampa se pronunciará ante la población congregada frente a la presidencia.
Inmediatamente después y ya dentro del palacio, será saludado por las autoridades extranjeras y encabezará la ceremonia en la que juramentará a los 22 miembros de su Gabinete.
A las 18.25 horas (20.25 GMT) abandonará la presidencia para dirigirse al Palacio de Itamaraty, la sede de la Cancillería, para la recepción de gala ofrecida por el presidente y la primera dama a sus invitados, que puede extenderse hasta las 21.00 (23.00 GMT).
Todo el ritual fue cronometrado y planificado en ensayos realizados diariamente en los últimos tres días.
“La fiesta está lista y será totalmente segura”, afirmó hoy el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional de la presidencia, el general Sergio Etchegoyen, responsable de todo el procedimiento.
Además del montar cercas en las principales avenidas de Brasilia y del despliegue policial insólito en las calles, donde el público tendrá que pasar por al menos tres controles antes de acceder a la Explanada de los Ministerios, la seguridad contará con refuerzos de las Fuerzas Armadas y hasta de misiles aéreos.
Temer firmó la semana pasada un decreto que autoriza a la Fuerza Aérea a derribar aeronaves que sean consideradas hostiles y que amenacen la investidura.
Con información de EFE
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Source: Infobae