Kim Kardashian debe tener una horda de personas dedicadas a cuidar su estilo y vestimenta, más otro par de asistentes para que hagan y traigan todo lo que ella desee. Aún así, hay veces que solo verdaderas amigas te pueden salvar haciéndote favores.
Si no fuera por la amistad con Katy Perry, ¿qué hubiera hecho Kim para la gala Met de 2018? Sí, estas dos son amigas. Tanto como para pedirse favores.
Kim ha estado alejada de Los Ángeles y le faltaba un elemento clave para pasar por la pasarela. ¿Dónde estaban sus uñas postizas?
Tuvo que pedirle a Katy para que se las trajera desde Nueva York.
Esto se descubrió gracias a que un fanático compartió fotos en Twitter de las dos celebridades hablando y examinándose las uñas. “Ya veo a Kim diciendo ‘usualmente no uso uñas largas, así que decidí dar un vuelco esta noche”, decía el mensaje junto a las imágenes.
Ante esto, Kim no se quedó callada y respondió el mensaje.
“De hecho, Katy voló con mis uñas en su avión desde Los Ángeles. ¡Fueron recién pegadas! ¡Tuve que mostrárselas!”.
Ambas mujeres usaron vestidos dorados para el evento anual. Kim usó uno metálico de Versace con unas cruces, en honor a la consigna de este año relacionado con la religión católica, mientras que Perry fue aún más allá, tomando por literal la temática.
Con un vestido mini (también Versace), la cantante hizo alusión a un ángel con grandes alas y botas. Al ser muy incómoda la vestimenta, se sacó las alas una vez adentro del evento. ¿Se imaginan yendo al baño así?
Todos los invitados a la gala MET 2018 tenían que ir vestidos bajo la premisa de la moda relacionada con práctica de la devoción y las tradiciones del catolicismo, siendo un exhibición que mezcló la moda con el trabajo artístico religioso.
Durante la noche estuvieron expuestos 50 obras maestra eclesiásticas que prestó la sacristía de la Capilla Sixtina del Vaticano.
Source: UPSOCL