Si crees que con leer cubres la cuota para ejercitar tu cerebro, lamentamos decirte que te equivocas. El ejercicio físico también es necesario para que tus neuronas sigan funcionando. ¿Eres una persona que pasa la mayor parte del día en la computadora? Quizás deberías dedicarle un tiempo de tu día a mover las piernas.
Un estudio publicado en Frontiers in Neuriscience explica que muchas enfermedades neurológicas están relacionadas con el impedimento del movimiento. Por ejemplo, la esclerosis múltiple y la atrofia muscular.
«Del mismo modo, es bien sabido que las misiones espaciales prolongadas y el reposo prolongado en cama inducen alteraciones funcionales en muchos órganos del cuerpo humano, incluidas las modificaciones de la función neuromuscular esquelética», precisa el texto.
Okay, ya sabíamos que las alteraciones neuronales afectan la movilidad. Pero, lo que muchos desconocen es que también puede suceder al revés. La investigación asegura que limitar el movimiento afecta los músculos, la motricidad y el sistema nervioso. O sea, las neuronas se ven afectadas si no te mueves con regularidad.
Para el experimento de la investigación, se limitó la movilidad de varios roedores, únicamente de sus extremidades traseras, y se encontró que sus neuronas estaban subdesarrolladas.
«La actividad física voluntaria puede producir un aumento significativo en los niveles de células progenitoras proliferativas y restaurar la neurogénesis alterada artificialmente en modelos de desuso/inactividad muscular de roedores», explica el estudio.
Así que moverse no es beneficioso solo para los ratones. De hecho, el estudio asegura que realizar actividades físicas reduce el riesgo de padecer Alzheimer y quienes lo tienen pueden recuperar parte de sus capacidades cerebrales.