El G7, una cumbre que se celebra el viernes y el sábado en Canadá bajo un clima de tensión, es un grupo informal de grandes potencias creado en 1975 para discutir temas económicos.
En sus orígenes fue un foro para que las principales democracias industrializadas discutieran sobre la economía global, pero expandió su agenda para abordar también temas relativos a la paz, el medioambiente y la lucha antiterrorista.
La atmósfera entre los países suele ser tensa cuando se acerca el inicio de esta cumbre, que se celebra en el país que tiene entonces la presidencia, que es rotatoria. Pero hasta ahora, las cumbres siempre han cerrado con una declaración común para salvar las apariencias.
Este año el encuentro comenzó con tensiones debido a los nuevos aranceles impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump.
Además el presidente estadounidense reclamó la reintegración de Rusia, miembro del grupo entre 1998 y 2014, y que fue excluido después de la anexión de Crimea. Sin embargo Washington hizo marcha atrás rápidamente después del “niet” de la Unión Europea.
- La economía primero –
La primera de estas reuniones se celebró en Rambouillet en Francia en 1975, después de la primera crisis de los precios del petróleo.
Allí seis países (Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos) participaron en este G6, un grupo al cual se unió Canadá en 1976, dando lugar al G7 actual.
La iniciativa nació del presidente francés Valéry Giscard d’Estaing, que propuso que fueran los dirigentes de los países los que abordaran temas que habitualmente abordaban los ministros de Finanzas, para arreglar temas económicos candentes.
- Del G7 al G8 –
En la década de 1980, la crispación de las relaciones entre el Este y el Oeste va a dar un tono más político a las reuniones.
Por ejemplo, la cumbre de Williamsburg, en 1983, adoptó por primera vez una declaración sobre la seguridad en Europa. Este texto era una declaración de apoyo a la política del presidente estadounidense Ronald Reagan frente a Moscú, y fue adoptado, pese a las reservas del presidente francés, el socialista François Mitterrand.
El colapso de la Unión Soviética a finales de 1991 va a cambiar completamente el panorama. Rusia acudió como invitada en 1992 y en 1998 accedió a todas las reuniones de la cumbre, que fue rebautizada como G8.
- Un club exclusivo y criticado contesté –
A partir de 1999, en un periodo en el que se suceden las crisis financieras, el G8 va a ser cuestionado por ser un “club de ricos”.
Entonces, las grandes potencias deciden reunirse además con los países emergentes en un nuevo formato el G20, con el objetivo de intentar resolver o evitar estas crisis.
En 2001, la cumbre en Génova (Italia) estuvo marcada por violentas manifestaciones de militantes contra la globalización que dejaron un muerto.
Los manifestantes cuestionaban la utilidad y la legitimidad del G8 y pedían la anulación de la deuda de los países pobres.
Las cumbres que siguieron se celebraron con manifestaciones en las calles, bajo estrictas medidas de vigilancia.
- Putin y Trump –
En 2014, Rusia con Vladimir Putin a la cabeza, es suspendida del G8 después de haber anexado la península ucraniana de Crimea y se adoptaron sanciones contra Moscú. La cumbre prevista ese año en Rusia fue anulada y el G8 volvió a ser el G7.
En 2017, la unidad del G7 quedó rota por la cuestión del clima en la primera cumbre a la que asistió Donald Trump en Sicilia. Pocos días más tarde, el presidente estadounidense anunció que iba a retirarse del Acuerdo de París.