Luego que elementos de la Policía Federal denunciaron que el Gobierno Federal pretendía ubicarlos en la Guardia Nacional sin respetar sus derechos laborales y bajo condiciones precarias en las zonas de despliegue, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que las garantías adquiridas serán respetadas.
“Se preservarán derechos y prerrogativas de cada elemento conservando su antigüedad y las prestaciones. En cuanto a grados, existirá comité dentro de la GN para valorar pertinencia o no del mismo conforme al quehacer. Esto último derivado a acuerdo realizado en el seno de la GN y con presencia de los tres Secretarios”, indicó la dependencia.
Esta mañana, agentes de la Policía Federal tomaron las instalaciones de la corporación ubicadas en la alcaldía de Iztapalapa.
Desde las 6 de la mañana los uniformados llegaron al Centro de Mando de la PF para expresar su malestar por ser parte del nuevo grupo de seguridad.
Argumentaron que son obligados a participar en las evaluaciones y que en caso de no aprobar serán despedidos.
En este punto, la SSCP, a cargo de Alfonso Durazo, precisó que ningún elemento será dado de baja.
“Los elementos que no resultaron aptos en el examen de aptitudes físicas y médicas para la GN tendrán la opción de volver a presentar el examen en un lapso no mayor de seis meses, o tres meses en su caso.
«De no aprobar nuevamente podrán optar por opciones como protección federal y otras que se están trabajando en el interior de las entidades federativas”, detalló Durazo.
Hacia las 8 de la mañana, las protestas se intensificaron y bloquearon los accesos al recinto para exigir la presencia de Durazo y que les esclarezca su situación salarial, ya que se manejó la versión de que se les reducirá su pago en caso de no adherirse a la Guardia.
El principal motivo por el que se niegan a ese traspaso es la desaparición del bono de operatividad, que es distinto al sueldo y que asciende a unos 9 mil pesos mensuales.
Ese bono es otorgado a los agentes que son desplegados en estados violentos.
Incluso la comisionada de la Policía Federal, Patricia Trujillo, quien llegó a las 9:35 horas, fue recibida con gritos de “vendida” y “traidora”, además de que algunos de los elementos comenzaron a empujarla para que se retirara del lugar, lo que la llevó a caer.
Los agentes, en su mayoría de la División de Fuerzas Federales, advirtieron que también podrían tomar camiones de los que utilizan para sus despliegues regionales y dirigir la protesta a Palacio Nacional.
Con los ánimos un poco más tranquilos, los policías escucharon a la comisionada Trujillo, quien les ofreció una mesa de trabajo.