Ante la carencia fabricó caretas con envases de refresco. La enfermera Lourdes fue de las primeras en denunciar el desabasto de insumos de protección; luego de que el virus la atacara por segunda ocasión, perdió la batalla
Cuando comenzó la pandemia, la enfermera Lourdes Rodríguez Santoyo alzó la voz exigiendo protección para el personal médico y la desesperación la llevó a elaborar sus propias caretas con envases de plástico.
Lamentablemente se sumó a la lista de los trabajadores de salud que en México murieron a causa del coronavirus y que acumulan, hasta el 4 de enero, dos mil 470 decesos, según la Secretaría de Salud federal.
Santoyo, de 51 años, relató en marzo a Excélsior que usaba botellas de PET de tres litros para cubrir su rostro y así protegerse del contagio. Ella no dejó de estar en la primera línea de atención médica al coronavirus, pese a las difíciles condiciones y a que se contagió, por primera ocasión, en junio pasado. En diciembre padeció la enfermedad por segunda ocasión; sin embargo, esta vez ella y sus padres se sumaron a la lista de muertes por COVID-19 que, hasta ayer, sumaban 132 mil 69 decesos.
Sus compañeras del Hospital General Tacuba ISSSTE y de la Asociación Mexicana de Enfermeras Especializadas en Medicina Crítica y Terapia Intensiva A.C. (AMEEMCTI) son quienes le rinden un homenaje.
Ellas le brindaron apoyo mientras estuvo intubada para conseguirle los sedantes y relajantes para paliar su sufrimiento, ya que estos insumos se agotaron en este hospital, ubicado al poniente de la Ciudad de México, donde laboró 30 años hasta su muerte, el 17 de diciembre.
Lanzó grito de ayuda
Estela Juana Rodríguez fue una de las enfermeras encargadas de conseguir los medicamentos que necesitaba en otros estados, como en Yucatán, donde todavía es posible hallar estos fármacos.
“A través del presidente de la Asociación Mexicana de Enfermeras Especializadas en Medicina Crítica y Terapia Intensiva A.C. se hizo todo lo posible por conseguir los medicamentos, así como hacen amigos y familiares que buscan los insumos que se agotan en los hospitales para sus pacientes que se debaten entre la vida y la muerte. Entre el personal de enfermería somos muy unidos”, contó Estela Juana Rodríguez, enfermera especialista en terapia intensiva y amiga de Lourdes desde hacía 35 años.
Este acompañamiento de sus compañeras durante su internamiento en terapia intensiva y el homenaje que le rinden a Lourdes es por la enorme lucha que libró desde el principio de la pandemia para proteger al personal de enfermería hasta su muerte.
El 26 de marzo, Excélsior publicó la nota “Improvisan caretas con botellas de PET; acusan escasez de insumos ante pandemia”, luego de que Lourdes Rodríguez lanzó un llamado de auxilio en sus redes sociales para solicitar a la sociedad a que la ayudaran a recolectar envases de refresco de plástico de tres litros y acetatos para fabricar caretas y poder proteger a sus compañeras, quienes iban a estar en contacto directo con los pacientes de COVID-19.
Lourdes detalló que “esta solicitud de ayuda que hice lleva solamente 24 horas en las redes y ya ha sido impresionante la reacción y la solidaridad de los mexicanos.
En menos de un día conseguí más de 100 acetatos y muchas personas se ofrecieron a hacer las caretas con las botellas de refrescos en sus propios domicilios y entregármelas una vez que estén listas”.
Más de 500 guerreros caídos
A 289 días de esta entrevista y 23 de fallecida, Lourdes Rodríguez Santoyo es recordada entre sus compañeros por ser de las primeras voces del personal de salud que públicamente denunciaron la falta de insumos en los hospitales de la CDMX, y que con sus manos elaboró más de un millar de caretas para entregarlas al personal médico.
La preocupación de Lourdes surgió desde el inicio de 2020, porque a través de AMEEMCTI, las enfermeras de Italia y España le hicieron advertencias sobre el potencial desastre de salud que afrontaría México con el virus.
“Estaba sumamente preocupada por todas las noticias que llegaban de Europa, por lo cual sólo pensaba en las estrategias a emprender para preservar la vida de sus compañeros”, aseguró Estela.
Este homenaje que se rinde a Lourdes también engloba el dolor de muchas pérdidas. Tan sólo Estela Juana Rodríguez conoce a más de 500 elementos del personal de salud que murieron afrontando la pandemia, entre enfermeros, camilleros, médicos y administrativos.
“¿Sabes cómo nos sentimos al perder amigos y compañeros de trabajo de toda la vida y que todos los días te enteres de que alguien murió?”, cuestionó Estela, quien ante este dramático escenario comenzó a dar talleres de tanatología.
Pero el dolor y el duelo del personal médico no solamente se reduce a sus compañeros, sino a sus familiares, amigos y a los pacientes que atienden y que mueren en los hospitales.
Hay enfermeras que toman el taller de tanatología, que en el lapso de un mes han visto morir hasta 80 pacientes, algo que es traumático.
La sociedad no dudó a su llamado
“Antes yo era de las pocas enfermeras expertas en manejos mortuorios. Ahora ya lo es todo el personal de enfermería que se encuentra en primera línea de atención de COVID-19”, concluyó Estela.
Con este mensaje en redes sociales, Estela Rodríguez le dio el último adiós a Lourdes Rodríguez Santoyo:
“Tu legado y ejemplo siempre formarán parte de la historia de la enfermería mexicana. Gran amiga, enfermera, excelente ser humano, siempre te recordaré. Vives en mí”.
La enfermera Lourdes Rodríguez, quien falleció el 17 de diciembre pasado de coronavirus, lanzó, a inicios de la pandemia en México, una campaña en sus redes sociales para recabar botellas de refresco de 3 litros para fabricar caretas, la cual tuvo un impacto entre la ciudadanía, que colaboró hasta con la fabricación.