Por Daniel Aceves Villagrán*
En el marco del quincuagésimo Aniversario de los Juegos Olímpicos de México 1968, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, visitó las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano (COM), acompañado por don Olegario Vázquez Raña, miembro honorario del COI; de Carlos Padilla Becerra, líder del olimpismo nacional, y del maestro Olegario Vázquez Aldir, miembro permanente del COM.
En este encuentro destacó la asistencia del presidente electo Andrés Manuel López Obrador y de Ana Gabriela Guevara, diputada federal y próxima titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), entre otros liderazgos y atletas que han destacado en justas deportivas nacionales e internacionales, y de los que se preparan para intervenir en futuras competiciones.
Hay que evocar que México, por tercera ocasión, buscó organizar unos Juegos Olímpicos. En 1949 nuestro país presentó por primera vez una candidatura para alcanzar la sede olímpica de 1956, que fue obtenida por Melbourne, Australia, sin embargo, las gestiones no concluyeron.
En 1955 México aspiró de nuevo a organizar los de 1960, cuyo triunfo fue para Roma, Italia. En 14 años, de 1949 a 1963 México adquirió experiencia y madurez para continuar con el proceso de selección establecido por el COl a las ciudades aspirantes. El 29 de junio de 1963, en el Diario Oficial de la Federación, el gobierno de México autorizó el decreto para formalizar la candidatura.
Ahí inició el vuelo por la búsqueda de la sede, que tuvo como punto culminante la 60 Sesión del COI, siendo el 18 de octubre de 1963, en Baden-Baden, Alemania, donde el COI eligió la Ciudad de México como organizadora de los XIX Juegos Olímpicos, al superar 30 votos a 14 a las ciudades de Detroit, EU; Lyon, Francia (12) y Buenos Aires, Argentina (2).
De esta manera, México había alcanzado la sede de unos Juegos Olímpicos y lo que ello implicaba: trabajo, responsabilidad, inversión económica, crecimiento y mostrarse al mundo entero.
Juegos Olímpicos inolvidables, el país y la sociedad del México de hace medio siglo fueron impactados con la máxima fiesta deportiva mundial. La historia ha evolucionado desde entonces y ahora, en plena era de la tecnología, es imprescindible recordar las aportaciones de nuestros Juegos, como la gran infraestructura deportiva que se creó y que sigue vigente para entrenamiento y esparcimiento de la población mexicana; los recintos siguen siendo sede de otras grandes competencias continentales y mundiales.
Fue la primera justa deportiva en la que se aplicaron los exámenes antidopaje y la primera que fue transmitida en televisión a color, gracias a la investigación y desarrollo de un mexicano ilustre, Guillermo González Camarena.
Los Juegos de México 68 fueron los primeros donde se desarrolló un plan de comunicación gráfica e integral; los primeros en un país hispanoparlante y en Latinoamérica; en las competiciones se lograron 64 récords, se implementaron innovaciones tecnológicas y deportivas, por primera vez se utilizó tartán en pista de atletismo y en utilizar un sistema electrónico para tiempos y resultados.
Los Juegos Olímpicos de México 68 se realizaron en un México convulso por el despertar de una parte de la sociedad y sus deseos de lograr un mejor país para las futuras generaciones. Habrá que reconocer que los Juegos de la XIX Olimpiada sintetizaron años de esfuerzo de miles de voluntarios, elevadas inversiones de recursos públicos y el impulso de un gran orquestador, Pedro Ramírez Vázquez, uno de los arquitectos más prominentes de la historia nacional e internacional.
Sin afán de anclarse a un recuerdo, sino de celebrar la creatividad de los mexicanos para convertir los Juegos Olímpicos de México en vértice del que surgió la Ruta de la Amistad con monumentos alusivos en las principales avenidas o de presentar el primer programa cultural olímpico. Ahora, México transita a nuevos horizontes donde prácticamente el deporte es profesional. El papel de nuestro país como el primer organizador latinoamericano de unos Juegos Olímpicos, su apertura al reconocer la trascendencia de las mujeres en el ámbito olímpico y los aceptables resultados deportivos que logró son fundamentales para entender el México actual.
*Analista
Source: Excelsior