Nadie quiere pensar o hablar sobre eso, pero elegir a alguien para cuidar de tus hijos si mueres podría ser una de las decisiones más importantes que tomes como padre o madre.
Esa pregunta nos golpeó duramente, tanto a mi esposo como a mí, un terrible día de hace unos años, cuando mi hermano mayor murió de un ataque al corazón y no dejó un testamento. Le sobrevivió la madre de sus dos hijos. Pero ese evento, junto al hecho de que el trabajo de mi esposo como agente del orden público nos lleva a lugares peligrosos en todo el mundo, nos hizo darnos cuenta de que teníamos que prepararnos para cualquier cosa.
La muerte de mi hermano fue un horrible recordatorio de que nadie es invencible .Y todos nosotros, especialmente los padres, tenemos que prepararnos para la vida después de nuestras muertes. Lo más importante, debemos pensar sobre quién queremos que críen a nuestros si no estamos cerca de hacerlo.
Mentiría si dijera que fue una decisión fácil. Redujimos la elección a dos de mis hermanos, por razones geográficas y prácticas. Pero pedir a alguien que se haga cargo de dos niños, incluso si las posibilidades de que ambos pudiéramos morir antes de que crezcan son mínimas, no es una cuestión trivial. Hay tantas consideraciones sobre quién cuidaría de ellos en un estilo parental similar al tuyo, qué pasaría con su educación o incluso quién tiene espacio en su casa.
Elegimos al hermano más cercano a mis padres, que podría proporcionar apoyo adicional. Afortunadamente, él y su esposa dijeron que sí cuando les planteamos la delicada pregunta; No estoy seguro de lo que hubiéramos hecho si hubieran dicho que no.
La residente de Texas Katherine Creamer y su esposo querían elegir una familia que compartiera su fe como tutores de sus dos hijas, de 6 y 3 años.
“Hablamos extensamente y tuvimos conversaciones muy estrechas con algunas personas, pero finalmente nos topamos con algunos amigos que son como familia para nosotros“, comenta ella.
Creamer y su esposo redactaron un testamento para incluir la tutela cuando su hijo mayor era un bebé, antes del nacimiento de su segundo hijo.
“Esta es una de las cosas más importantes que puedes establecer cuando tienes hijos, para ayudar a otros a hacer las cosas más tranquilas en el peor de los casos. Nadie quiere pensar en eso, pero te lo debes a ti mismo, a tus hijos y a todos los que te rodean para que se haga oficial”, advierte.
Dado lo difícil que es nominar al tutor de tu hijo, me pregunté qué pasaría si muriera antes de tomar esta decisión, o si lo hubiera pensado pero no lo hubiera formalizado en un testamento.
Gina M. Spada, abogada en Illinois que trabaja en la custodia y la planificación patrimonial, dice que elegir a un tutor es uno de las temas más polémicos para que los padres redacten un testamento. También tiende a ser lo único que desacelera el proceso de planificación de sucesión. Pero incluso con un testamento, dice ella, la decisión depende de un tribunal de familia.
“La tutela se decide según lo que sea mejor para el niño. Sin embargo, sin un tutor designado, el tribunal no tiene información sobre los deseos de los padres”, comenta Spada.
Ella enfatizó que aún es importante poner la decisión en el testamento en lugar de simplemente discutirlo informalmente porque “una nominación informal tendría muy poco peso en la corte”.
Le pregunté qué sucedería si las personas a las que preguntas no quisieran hacerlo.
“Si una persona es nombrada como tutor, él o ella no tiene la obligación de aceptar, sin duda no sería lo mejor para el niño que la corte designe a un tutor que no quiera tener hijos“, comenta Spada y agrega que “por lo tanto, es extremadamente importante discutir la tutela con la persona que pretendes nominar”.
¿Y qué pasa si realmente no se puede pensar en alguien para nominar, o todo el mundo a quién preguntas te dice que no?
“Generalmente no hay nada que se pueda hacer. La corte trataría de encontrar a alguien conocido por los niños, pero si realmente no hay nadie, lo más probable es que terminen en un centro de acogida“.
Es una situación en la que nadie quiere estar. Por más difícil que sea, siéntate con tu pareja, otros miembros de tu familia y / o un amigo de confianza. Haz esa cita con tu abogado y designa a un tutor. Si eres un padre (o madre) soltero, esta decisión es aún más vital, especialmente si la otra parte no está viva o involucrada.
Todos esperamos que esto sea algo que nunca sea necesario, pero como aprendí cuando mi hermano murió, no sabemos qué hay a la vuelta de la esquina. Es mejor estar preparado para cualquier cosa. Y debido a que conoces a tus hijos y sus necesidades mejor que nadie, esta es una decisión que no debe dejarse en manos de otra persona.
Source: Infobae