
LOS ÁNGELES.
Con la compra de activos de 21st Century Fox, valorados en 52 mil 400 millones de dólares que se anunció ayer, Walt Disney incorporará a su catálogo exitosas series como Los Simpson y Modern Family, y populares sagas de cine como X-Men o Avatar.
Esta operación financiera entre Disney y Fox, a la espera de que los organismos reguladores den su visto bueno, promete marcar un antes y un después en las relaciones de poder en la industria de Hollywood, un sector en el que el conglomerado de Mickey Mouse ostenta una posición de dominio gracias a marcas como Lucasfilm, Pixar y Marvel. Además, es un intento por enfrentar la competencia de las empresas tecnológicas en el negocio del espectáculo.
De acuerdo con datos del sitio especializado Box Office Mojo, las cinco cintas más taquilleras de 2016 fueron de Disney, con recaudaciones en torno a los mil millones de dólares por cinta: Captain America: Civil War, Rogue One, Finding Dory, Zootopia y El libro de la Selva.
Este 2017 también trae buenas noticias para Disney, ya que por ahora lidera esa clasificación con La Bella y la Bestia, que ha sumado mil 263 millones de dólares en el mundo, y todavía no ha añadido el botín de Star Wars: Los últimos Jedi.
El liderazgo de esta firma en el cine se reforzaría gracias a la compra de la parcela de cine de Fox, que incluye los derechos sobre los personajes de cómic X-Men y Deadpool, que recientemente han dado muy buenos resultados en la taquilla (616 millones de dólares para Logan y 783 millones para Deadpool).
La compra, además, podría facilitar el camino para que Disney pueda unir bajo su ambicioso universo fílmico de Marvel a personajes como Capitán América y Iron Man con Wolverine y Los Cuatro Fantásticos.
No obstante, los fans del cómic también temen algunas consecuencias indirectas, ya que Disney, conocida por ser una compañía dedicada al público familiar, podría cortar las alas a Deadpool, que el año pasado se convirtió en el filme calificado para adultos más exitoso de la historia.
Fox también tiene en su poder a Avatar, la película más taquillera de todos los tiempos con 2 mil 787 millones de dólares y de la que su director James Cameron prepara al menos cuatro secuelas. Otras joyas del catálogo cinematográfico de Fox son las sagas Planeta de los Simios o Alien, que serán propiedad de Disney.
En cuanto a la TV, Fox cuenta con una de las mejores colecciones de series de EU con Los Simpson como incuestionable punta de lanza.
Tras el anuncio de la compra, las redes sociales se hicieron eco de un capítulo de la familia amarilla que en 1998 anticipó que Fox pasaría a ser parte de Disney.
La parte de Fox dedicada a la TV, que también incluye los canales FX o National Geographic, también es la responsable de otras series como Modern Family, Family Guy, This is Us, American Horror Story, The X-Files o The Americans.
Más allá de lo que pueda decidir Disney acerca del futuro de cada una de estos filmes o series, el grupo ha logrado, tras el acuerdo con Fox, hacerse con un contenido de primera calidad que podría ser una baza clave en su inminente batalla frente a líderes del streaming, como Netflix.
Disney tiene previsto desvelar en 2019 su propio servicio de emisión en línea en el que distribuirá en exclusiva, por ejemplo, sus populares cintas de animación y de Star Wars y al que, previsiblemente, se añadirán sus recién adquiridos contenidos de Fox.
Antes de la adquisición, 21st Century Fox separará la red y emisoras de Fox Broadcasting, Fox News Channel, Fox Business Network, FS1, FS2 y Big Ten Network para crear una empresa nueva que será escindida a los accionistas.
Los accionistas de 21st Century Fox recibirán 0,2745 acciones de Disney por cada una que poseen. Esto se traduce en 29.50 dólares por acción por los activos que Disney está comprando, según cálculos de Reuters, basados en el precio de cierre del mercado de las acciones de Disney el miércoles. La transacción incluye unos 13 mil 700 millones de dólares en deuda.
El trato excluye las empresas editoriales del imperio Murdoch en Australia, Gran Bretaña y EU, que incluye a The New York Post y Wall Street Journal, y la empresa de información financiera Dow Jones and Company.
Las acciones de Disney y Fox subían ayer casi un 1 por ciento en las operaciones previas a la apertura del mercado.
Robert Iger continuará como presidente y gerente general de Walt Disney Co. hasta el final de 2021.
Disney además se quedará con las redes de televisión deportiva de Fox, como el Yes Network, dedicado a la cobertura de los Yanquis de Nueva York. Y también, tendrá el control accionario de Hulu, tanto su servicio de transmisión en vivo como su archivo de programas de TV grabados.
FIN DE UN IMPERIO
El hecho de que Rupert Murdoch y sus hijos estuvieran dispuestos a vender buena parte del imperio construido a lo largo de décadas provocó una conmoción en la industria del espectáculo.
Murdoch, quien erigió un emporio mediático en base al dinero que le dejó su padre tras su fallecimiento en Australia, dice que vender gran parte de 21st Century Fox a Disney le permitirá a la empresa concentrarse en servicios de noticias y coberturas deportivas. Ayer en una conferencia telefónica con inversionistas, Murdoch calificó la decisión como un regreso al estilo ágil y agresivo que caracterizó a la compañía en sus años pioneros.
El acuerdo surge en momentos en que la industria del entretenimiento atraviesa por grandes cambios. Ya la televisión no es la principal fuente de entretenimiento doméstico. Uno puede ver Netflix, que está invirtiendo ocho mil millones de dólares en programación para el año que viene. Amazon está acumulando su propio menú de opciones, e incluso pagó una gran suma de dinero por los derechos mundiales a El señor de los Anillos. Facebook, Google y Apple también están invirtiendo en video.
A medida que los consumidores ven más contenido online, el porcentaje de ingresos por publicidad en el sector televisivo ha ido disminuyendo. La publicidad está siguiendo la tendencia de los consumidores, migrando hacia internet, y especialmente hacia Google y Facebook.
“Llevamos ya casi una década hablando de la posibilidad de que la gente abandone la TV tradicional y se enfoque en internet. Pues eso ya está ocurriendo”, declaró Chris Smith, profesor de medios de comunicación de la universidad USC Annenberg.
Las grandes empresas mediáticas se están viendo obligadas a competir con los colosos de internet, y las nuevas generaciones prefieren ver YouTube, Facebook y otras plataformas que la TV tradicional, dijo Smith.
Según analistas, Disney quedará en mejor posición para competir con empresas como Netflix y Amazon.
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Source: Excelsior
