Hay quienes piensan que utilizar emojis es para gente infantil o inmadura. Y sí, tal vez mandarle una popó sonriente a tu jefe no es algo recomendable ni profesional. Pero lo que las personas anti-emojis tal vez no conocen, es que emplear esos dibujos en el día a día puede hacerte más inteligente, a los fans de las caritas sonrientes les gusta esto.
Existe un grupo de defensores del lenguaje que opinan que los emojis son un paso atrás en la historia de la comunicación. El Dr. Vyv Evans, experto en la materia, defiende por completo la otra cara de la moneda. De acuerdo con el Dr. Evans, esos pequeños dibujos le dieron al fin a las conversaciones digitales algo que les hacía mucha falta: expresión corporal.
En las interacciones cara a cara, es más sencillo reconocer cuando tu amigo te dice “quítate” en tono de juego o cuando lo dice en serio, porque en su rostro reconoces el enojo evidente. Por WhatsApp, no es tan fácil. Si tu crush te manda un “hola”, así sin más, caes en un espiral de dudas: «¿Estará enojado? ¿No tendrá ganas de hablar? ¿Estará ocupado y tuvo que contestarme rápido? ¿Me detesta con la intensidad de mil soles?».
Ahí es cuando los emojis pueden ayudarnos a conseguir una comunicación más efectiva. La Dra. Shainna Ali (especialista en salud mental) explicó que las emociones son una pieza clave para entender a los demás, y también a nosotros mismos. Las caritas son sólo un medio que nos permite expresar esos sentimientos de manera visual, asemejándose a lo que haríamos de frente. De esta manera, es más fácil que el destinatario comprenda mejor la intención de nuestro texto.
Los emojis no sólo nos ayudan a llenar esos vacíos comunicativos en las plataformas digitales (recuerda que las expresiones no verbales, de hecho, dicen mucho más que las palabras). También está demostrado que nos echan una mano a la hora de comprender nuestros sentimientos y, posteriormente, aprender a trabajar con ellos.
Un estudio demostró que ponerle ese rostro amarillo a las emociones es una terapia efectiva para tratar trastornos, como la depresión. Si te interesa leer los detalles de esa investigación, aquí te dejamos el enlace. El caso es que para escoger el emoji ideal primero debes considerar cómo te sientes, e identificar ese sentimiento te permitirá buscar las herramientas para enfrentarlo. Ese proceso es esencial para fomentar la inteligencia emocional.
Se trata de un fenómeno moderno, pero eso no lo convierte necesariamente en algo vacío o inútil. Los emojis nos ayudan a tener una comunicación más efectiva en la era digital y a mejorar la inteligencia emocional. Y no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia. 🤔 😎