AMLO; su conexión con Rusia y Vladimir Putin
Columna | Opinión | Elecciones2018
Enero.18.2018
Recientemente, a AMLO se le ha acusado de tener el apoyo mismo del gobierno ruso para ganar estas elecciones, lo que seria una injerencia extranjera en las elecciones de México este año.
Tal parece que uno de los aspectos más importantes para la elección presidencial del 2018 en México es la de desacreditar al candidato del partido Movimiento Regeneración Nacional (morena), Andrés Manuel López Obrador, a quién se le relaciona en esta ocasión con el gobierno ruso, o bien, directamente con Vladímir Putin, mandatario del lejano país, que es lo mismo.
Ya en el pasado, los grandes medios de comunicación hicieron aprender a sus televidentes. (mismas personas que hoy son ciudadanos votantes) que Andrés Manuel era “un peligro para México” , frase extraída del campo del marketing político que bien supo quedarse en la mente de las personas y tuvo finalmente una repercusión directa en la derrota del entonces candidato.
Seis años después, este 2018, y con el auge de las redes sociales, es fácil identificar que la mayoría de los grandes medios de comunicación dedican grandes espacios hoy nuevamente a contrarrestar la imagen del candidato de morena.
Por supuesto, no será necesario hacer mención de los grandes nombres de las empresas que están a disposición del Estado y qué requieren que sus servicios mediáticos den muestra de su eficacia una vez mas en tiempos electorales.
Ya en el pasado, a Andrés Manuel se le acusó de tener nexos con el Gobierno de Venezuela, mismo gobierno que goza de desprestigio internacional. Incluso hace poco aparecieron 2 bardas pintadas con muestras de apoyo hacia AMLO en calles de ese país.
No se sabe hasta el momento quién mando a pintar esas bardas.
Lo que es curioso es que solamente al candidato a Andrés Manuel le salen este tipo de polémicas en las que se le acusa de tener vínculos con otros gobiernos que no tienen visto bueno para la comunidad internacional.
Aunque hasta el momento no existen vínculos confirmados entre estos gobiernos y Andrés Manuel López Obrador, la guerra sucia por la presidencia de México ya comenzó.
Lo curioso no es finalmente que no exista un verdadero diálogo político favorable para mostrar sus ideas y sus proyectos de Nación, sino que una vez más vemos una campaña presidencial de candidatos que se desprestigian entre unos a otros y qué al final pareciera que ninguno tiene autoridad moral para dirigir al país. Quizá es eso, si.