Frances McDormand es una de las actrices más prometedoras de Hollywood y lo más atractivo de ella es que su talento se rebosa cada vez que aparece en pantalla. Su físico o belleza no son distracciones y a nadie le importa si luce como Nicole Kidman. Ella es excelente. 

Y bien lo supo el director Martin McDonagh cuando la contrató para interpretar a la protagonista de su película “3 anuncios por un crimen” (pero su título en inglés es mil veces mejor: “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”). Y eso es suficiente como para estar emocionada por ver esa producción.

Una madre descubre a su hija violada y quemada cerca de una carretera en Ebbing, Missouri. En el lugar habían tres carteles de anuncios que nadie usaba. Como la policía no hizo nada en 7 meses para resolver el caso, Mildred Hayes (Frances McDormand) decide poner frases realmente provocadoras en ellos, lo que causa un caos en la ciudad.

Primero tengo que destacar la trama, porque como pocas veces ocurre, un caso de asesinato no se toma desde el punto de vista de la policía, sino que de la madre. Y la cinta no se trata de resolver el crimen ni las pistas que encuentren en el trayecto para eso. Todo lo contrario.

La trama es sobre el dolor humano y las consecuencias de ello en un pueblo que lo único que tiene es el respeto por la autoridad. ¿Hasta dónde llegará la rebeldía de Mildred? ¿cuánto aguantará la gente de Ebbing? La historia es original y se agradece enormemente en una época en la que todo lo que se ve en el cine es igual.

Esto se sustenta con las actuaciones. McDormand hace un trabajo excepcional como Mildred, una madre destruída pero feroz. El jefe de policía interpretado por Woody Harrelson también realiza una actuación impresionante y te hace sentir completamente humano con sus reacciones al problema en Ebbing.

Sin embargo, hay un pero que no se puede pasar. Los roles secundarios y hasta extras, son realmente vergonzosos. La hija de Mildred aparece apenas dos minutos de la película y la verdad es que hace un tan mal trabajo que hubiese sido mejor sacarla del todo del panorama. 

También ocurre esto con los efectos especiales. Una producción como esta no tendría problemas en pagar a un buen profesional para que haga un ciervo decente. Pero la verdad es que en ese aspecto la cinta decepciona enormemente.

Dejando estos importantes detalles de lado, la actuación de McDormand merece con creces el Globo de Oro recién ganado y de todas maneras el Óscar. No hay duda alguna de que este es el mejor papel de su carrera, pero no su mejor película.

Source: UPSOCL