Comenzaremos con una hermosa reflexión.
Lo determinante es aquí, que existen 10 claves en tu hogar, que tienen relación con tu autoestima. Ojalá las pongas en práctica.
“Cuando los corazones y las mentes de las personas se empañan, la tierra también se empaña.
Sin embargo, cuando sus corazones y sus mentes son puros, también lo es la tierra.
Las tierras puras e impuras no son reinos separados,
la bondad o maldad de nuestros corazones y mentes determina la naturaleza de la tierra”.
La bellísima reflexión del monje budista japonés del siglo XIII Nichiren era tan cierta entonces como ahora.
Tu casa es un reflejo de lo que crees que mereces, el gran barómetro de tu autoestima.
Si estás en una fase en la que no te sobra, posiblemente estas reflexiones te estén entristeciendo porque miras alrededor y compruebas que no tienes tu casa precisamente como la tendría Beyoncé.
¡Pero tenemos buenas noticias!
También sucede a la inversa:
Si cuidas la tierra, es decir, tu hogar, también sanará tu alma, es decir, tu autoestima.
Así que empieza hoy mismo a poner en práctica estos 10 sencillos trucos.
1. Haz la cama
Cada día, sin excusas.
Es el equivalante a aplicar una crema hidratante en tu rostro: el recordatorio de que eres una persona que merece atención y cuidado cada mañana, toda la vida.
2. Mantén un mínimo de limpieza
Aunque no tengas tiempo ni energía, establece unos básicos irrenunciables: el fregadero, la mesa donde comes y cenas y el baño deben estar siempre en condiciones de laboratorio.
¿Por qué? Porque no mereces menos.
3. Haz listas
Ahorrarás dinero porque tus compras serán más inteligentes.
Además ahorrarás tiempo porque el pensamiento estará concretado en el papel en lugar de vagando y atormentándote:
y ahorrarás sorpresas desagradables porque tendrás todo previsto. ¿Quién da más?
4. Madruga (pero ¡sal de la cama!)
Una baja autoestima suele ir ligada a un estado anímico bajo, y es en esos momentos cuando la cama ejerce una irresistible fuerza gravitacional…
Sé fuerte y sé alondra.
Poner el despertador al menos 15 minutos antes (aunque si pudiera ser 30 minutos sería mejor) y levantarte cambia por completo tu perspectiva del día y te devuelve el poder.
5. Antes de irte a dormir
Deja lista la ropa y los complementos que quieras llevar al día siguiente.
Así romperás con ese círculo vicioso de ponerte lo primero que encuentras sin pensar y después pasarte el día autoreprochándote tu imagen.
Recuerda: hacerte cargo de ti mismo ya no es una opción negociable. Y además es un placer.
6. Quita de tu vista todo lo que te haga sentir mal contigo mismo/a
La ropa de cuando estabas más delgada.
La ropa que no te sienta nada bien.
Esa foto de tu familia que te hace sentir culpable.
No tomes ni siquiera ahora la decisión de tirarlo o donarlo, puedes simplemente meterlo en cajas y guardarlo en un trastero.
Simplemente que tu casa deje de ser un campo de minas de desgaste emocional.
7. Pon a la vista tus logros
Lo ideal sería tener en el espejo mensajes positivos cargados de significado, por ejemplo, una lista de cumplidos honestos que hayas escuchado sobre ti…
(Sirven los piropos de los obreros), pero a no ser que vivas solo o sola puede ser un poco embarazoso de explicar.
En su lugar, puedes colgar tus diplomas, fotos donde salgas especialmente bien o recuerdos de días en los que te sentiste especialmente bien, como la entrada de un concierto.
8. Crea un altar
Para la deidad más importante de todo el Olimpo: tú.
Puede ser un rincón de meditación, un tocador, un rincón de lectura…
Lo importante es que sea solo tuyo y que sea un santuario donde solo entren cosas bellas.
Incluidos tus pensamientos: prohibidos el estrés y la autocrítica.
9. Date premios nutritivos
Sabemos que ninguno de estos puntos es fácil de poner en práctica cuando la autoestima y los ánimos están por los suelos.
Es así que cada semana (o incluso cada día) que consigas vencer a la pereza date una recompensa, pero cuidado, debe ser algo que te convenga y no solo algo que te apetezca.
Por ejemplo, mejor un lipstick que una pizza; mejor un masaje que una tarde viendo episodios viejos de Anatomía de Grey.
10. Añade tus propias rutinas
A medida que pase el tiempo, habrás integrado todas estas instrucciones sin darte cuenta porque, cuando tu autoestima crece, cuidar de uno mismo se convierte en un placer y no en una obligación.
Incorpora nuevas formas de cuidado a tu día a día además de las que te hemos sugerido:
así te resultará más difícil abandonarlas si pasas otra mala racha.