La Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York impuso una medida que penaliza la discriminación basada en la condición migratoria de las personas. Se trata de una multa de hasta USD $250.000 para todo aquel que llame “inmigrante ilegal” a otra persona.
Las autoridades aseguraron que la expresión puede tener connotaciones negativas cuando se usa con la intención de degradar, humillar o acosar a una persona.
“Es ilegal que el empleador, los compañeros de trabajo o el proveedor de vivienda de una persona, como los propietarios, utilicen términos despectivos u ofensivos para intimidar, humillar o degradar a las personas, incluso mediante el uso del término ‘extranjero ilegal’, en el que su uso tiene por objeto degradar, humillar u ofender a otra persona”, sentencia la orden.
De acuerdo con la normativa, también es una violación el acosar o discriminar a una persona por hablar en su idioma o por su dominio limitado del inglés. La multa se aplicará además cuando se usen expresiones como “vuelve a tu país” y semejantes. Y bajo las amenazas de llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ya sea por los caseros o por los empleadores.
La norma promovida por el consejo contempla de esta manera, imponer multas por cada acto discriminatorio, en el que además los denunciantes serán compensados por daños y perjuicios.
Desde hace décadas, la discriminación basada en el estatus migratorio se ha considerado ilegal, pero con esta nueva normativa se espera hacer más solida la ley de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York, la más poblada en Estados Unidos.
La entidad busca darle más protección a los inmigrantes en los lugares públicos, escuelas y trabajos ante la ola de deportaciones.
“La política federal se ha vuelto cada vez más hostil hacia las comunidades de inmigrantes, incluidos los inmigrantes de Centroamérica, las naciones africanas y las personas de países de mayoría musulmana”, se lee en un comunicado emitido por la Comisión.
De manera paralela a esta nueva ley, la Comisión anunció la investigación de siete casos de discriminación en los que se amenazó a civiles con llamar al ICE a fin de intimidar a un inquilino.
Las violaciones basadas en el estatus migratorio incluyen acosar al cliente de un restaurante por su acento, negarse a hacer reparaciones en un apartamento ocupado por una familia inmigrante y amenazar con llamar a ICE si denuncian, pagar un salario más bajo o retener los salarios por su estado migratorio, y acosar a un cliente en una tienda departamental al exigirle que hable en inglés.
En este concepto se incluyen restaurantes, gimnasios, tiendas, clubes nocturnos, parques, bibliotecas, proveedores de atención médica e instituciones culturales.
La decisión de las autoridades se dio a conocer a escasos días de que el ICE diera a conocer el arresto de 1.300 inmigrantes en un operativo, incluyendo a 82 personas en el estado de Nueva York.
“Si bien ICE realiza arrestos diarios en general de extranjeros criminales, esta semana, los oficiales también se enfocaron en personas que habían sido liberadas de jurisdicciones no cooperativas”, afirmó la agencia en su reporte. “De los casi 1,300 arrestos en general realizados esta semana, los oficiales de ICE detuvieron a 199 personas que podrían haber sido arrestadas en una cárcel si las detenciones de la agencia hubieran sido honradas”, añadió.
Las autoridades no dieron detalles sobre dónde se hicieron los arrestos ni de dónde son originarias las personas detenidas. Sin embargo, enfatizaron la necesidad de que los gobiernos locales colaboren.
En respuesta, la Oficina de Asuntos de Inmigrantes informó que colaborará para invertir USD 1 millón en asistencia legal para los inmigrantes en riesgo de ser deportados. La comisionada de la agencia de derechos humanos, Carmelyn Malalis, dijo que trabajarán para que las comunidades de inmigrantes vivan “con dignidad y respeto, libres de acoso y prejuicios”.
Fuente: Infobae