La Guerra de Corea comenzó en 1950, cuando Corea del Norte, asistida por la Unión Soviética, invadió el sur y avanzó rápidamente para unificar la península bajo su control, llegando a conquistar Seúl.
Pero los surcoreanos, apoyados por Estados Unidos y luego una coalición de las Naciones Unidas, reaccionaron, repelieron el ataque y luego invadieron el norte, con avances igual de rápidos.
China intercedió en favor de Pyongyang antes de la derrota total, y para 1953 ambos países se encontraban en el lugar donde habían comenzado, a cada lado de la frontera establecida al rededor del Paralelo 38°, y acordaron un armisticio que pusiera fin a los combates, aunque no pudieron firmar la paz.
Desde entonces las dos Coreas y sus aliados han vivido en un estado de tensión constante, con diferentes altibajos, simbolizada por la Zona Desmilitarizada en la que soldados de ambos bandos se observan con desconfianza día y noche.