No hay mejor remedio contra el estrés que entrar a la cocina y preparar una de tus recetas favoritas, de esas que tienen el aroma y textura perfectos para hacerte feliz. Y qué mejor si a este momento sagrado le pones un plus, ¡y aprovechas los beneficios de escuchar música!
Sí, así como leíste. La música tiene un influjo muy positivo a la hora de concentrarnos en la instrucción de una receta, y no sólo eso: también hay un efecto favorable para tu organismo mientras comes. Aquí te los explicamos:
COCINAR CON MÚSICA: TODO UN PLACER PARA TU CEREBRO
Más allá de que se trate del tipo de música que tanto disfrutas (es decir, sin importar el género que escuches), la música tiene el poder de lograr la ambientación para motivarte y desempeñar tus labores con más placer.
Puede que seas ya una experta en la cocina y puedas hacer muchas de tus recetas favoritas ¡hasta con los ojos cerrados! Sin embargo, la música te da una ayuda extra a que cualquier paso en la cocina sea un reto agradable. Las razones:
La música funciona como un distractor que libera el estrés.
Cubre sonidos que pueden resultar estresantes en una cocina (como el microondas, licuadora, extractor, etc.)
Marca un ritmo que va acorde a nuestros movimientos, por lo que el pulso se relaja.
Te da una sensación de compañía.