La frase
¿Por qué invierte tanto en educación? Le cuestionaron y dijo: ”Porque los ignorantes nos cuestan mucho dinero”.
ANGELA MERKEL
EL DETALLE: Lo que no logró el profesor Carlos Hank González, cuando era gobernador de la entidad y en el último año de su gobierno, en la Casa Estado de México ofreció a don Nemesio Diez ayuda para reforzar al equipo, señalando: “Paisano (así le decía a Don Nemesio) ¿qué se necesita para que seamos campeones?
La respuesta de Don Nemesio fue: nada, en cuanto a admitir ayuda para refuerzos, nosotros podemos, le dijo el jerarca choricero. Y finalmente el Toluca fue campeón sin el acceso del profesor, sin su mano protectora.
Pero ahora, el hijo del profesor, Jorge Hank Rhon, a través de la marca Caliente, que corresponde al emporio de su casa de apuestas con sede en Tijuana, ha llegado al uniforme choricero, como nuevo sponsor, en estos tiempos difíciles. Hará más Caliente el Infierno rojo.
TÉTRICO PANORAMA POR LA PANDEMIA
¿Sabía usted que los principales hospitales que funcionan en el municipio de Toluca, sean públicos o privados y más los segundos, no tienen sangre como recurso para realizar una intervención quirúrgica?
¿Qué dice a respecto el Banco de Sangre?
Para colmo a los donadores de sangre les ponen muchos pretextos, algunos suenan irreales, como el hecho e sacar una pequeña dotación para análisis y decir que el donador tiene una infección.
Cuándo se pregunta ¿qué tipo de infección?, no saben responder. O la más socorrida con tal de no extraer la sangre es que el donante tiene las venas muy delgadas.
¿Sabe usted que en los hospitales del sector social no hay medicamentos, solamente paracetamol, que no ayuda mucho?
¿Sabe usted que los principales directivos de Salud, a nivel estatal y Federal, no contestan las llamadas y que refieren a los responsables de los nosocomios privados y públicos a la ventanilla vía internet y que esta lleva seis meses sin resolver nada?
Las escenas que se ven en las tiendas en donde surten oxígeno, son desgarradoras. No hay equipos suficiente para renta de tanques, solamente hay para recarga pero tan pronto como llegan las nuevas dotaciones, se terminan en un abrir y cerrar de ojos. Cualquier semejanza con la escasez en la Cuba de los años sesenta, es una pura y celestial coincidencia.
Las colas y la desesperación de los familiares con enfermos de Covid, se deja sentir.
Ni Luis Buñuel en sus mejores películas de suspenso, ni Guillermo del Toro en sus cintas sobre el miedo, son capaces de reproducir las escenas a las puertas de hospitales públicos y privados, en donde familiares hincados solicitan atención para sus enfermos, todo esto en una fila de seis u ocho ambulancias a la espera de alguien que sea dado de alta o de baja (si muere) para ocupar la cama correspondiente.
Es prácticamente la lucha por la vida.
Las autoridades sanitarias solamente hacen recomendaciones, las autoridades policíacas no hacen mucho para evitar lugares de reunión o fiestas clandestinas, porque o son los últimos en enterarse o se enteran pero sacan raja haciéndose de la vista gorda a cambio de un ”aguinaldo”.
Y es que el gobierno, ni federal, ni estatal y mucho menos los municipales, no tienen planeación, menos acción real, sino solamente reacción pero muy tardía.
Si tiene usted suerte o su familiar, de ser atendido en un hospital público, de todas formas termina pagando servicios extra o medicamentos, aunque no en el mismo monto que en los hospitales privados.
Ahí en los hospitales privados, hay dos vertientes, la primera si usted lleva seguro de gastos médicos mayores que incluye Covid, paga, menor cantidad, pero paga, bien por el deducible correspondiente, que las más de las veces es alto, o bien porque el hospital puede estar en la red del seguro de gastos médicos, pero no el médico o los médicos que lo atienden y ellos pasan impunemente sus honorarios, por cierto muy altos, aunque no hagan mucho o aunque se muera el paciente.
Cuando no tiene seguro, puede usted salvar la vida, pero dependiendo primero, de su tipo de sangre, luego de su constitución física, en tercer lugar dependiendo de qué tan a tiempo llegó a la atención médica.
De entrada son cien mil pesos y luego en muchos casos son cien mil diarios o más, hasta llegar a cantidades millonarias.
Así muchas personas han salvado la vida pero han perdido los bienes y así ve usted en hospitales que el dueño o los dueños cada día tienen más vehículos o propietarios como pago de una atención médica, aunque no les conviene mucho, porque los proveedores solamente les surten si hay pago por adelantado y en efectivo.
Total que solidaridad, es una palabra que ya se olvidó en nuestro país y que tuvo su esplendor en el temblor de 1985.
Y si salva usted la vida, pero le queda dañado un pulmón, el trasplante le cuesta un millón de dólares, si es que hay donante.
Este es el escenario tétrico por la pandemia, en tanto llegan las vacunas, si es que llegan y si es que sirven.