Estación Chabacano del Metro, Línea 2, un hombre está pendiente de las personas que no pueden entrar por no tener el suficiente saldo en sus tarjetas o por no llevar boleto.
Cuando el sujeto, quien viste pantalón de mezclilla, playera blanca y gorra roja, nota está situación, alza la mano. En ella porta varios ejemplares de la Tarjeta de Movilidad Integrada.
“Yo te paso”, grita a los infortunados, quienes al voltear hacia las taquillas notan la ausencia de personal y no les queda más remedio que acceder al favor del hombre o buscar otro punto por el cual acceder al Sistema de Transporte Colectivo.
Tiene un precio
Esto no es gratis, pues el individuo cobra los cinco pesos que costaría la entrada, justo en la mano. En todo momento, el policía que vigila la estación ve esto sin inmutarse.
Cuando las personas muestran ante el elemento de la Policía Bancaria e Industrial su malestar por la falta de taquilleras, éste menciona la posibilidad de pagarle al hombre que ya prepara los plásticos en la mano derecha.
El varón no porta una identificación ni ningún otro aditamento que lo reconozca como trabajador del Metro; sin embargo, el oficial solamente trate de detener el intercambio cuando se apunta algún celular hacia la zona o cuando ésta se tarda más de unos segundos.
Después de que el uniformado se percató de que El Heraldo de México había documentado esto, dejó pasar a varias personas conglomeradas en las taquillas sin pagar y después de esto se marchó de la zona.