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2 de octubre tampoco se olvida: Esta es fue la personalidad de Gustavo Díaz Ordaz

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2 de octubre tampoco se olvida: Esta es fue la personalidad de Gustavo Díaz Ordaz

El expresidente de México Gustavo Díaz Ordaz pasó a la historia como el principal responsable de la masacre del 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas

Uno de los hechos que aún viven y sangran en la memoria de los mexicanos es el ocurrido el 2 de octubre de 1968, la masacre estudiantil en la plaza de las 3 culturas de Tlatelolco, mientras Gustavo Díaz Ordaz fue el presidente de la república.

Él fue el personaje que asumió la responsabilidad de los actos de 1968, un hombre que destaca por peculiares rasgos en su personalidad.

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¿Cómo era Gustavo Díaz Ordaz?

1. Era obsesivo con el orden.

2. Su madre,  la maestra Sabina Bolaños Cacho, era una mujer severa y católica que discriminó a su hijo Gustavo por su físico y le daba preferencia a su hermano Ernesto.

Se dice que la señora llegaba a decir pero que hijo más feo tengo

3. A pesar de ser descendiente de próceres de la historia del estado de Oaxaca, su familia padecía muy serios problemas económicos.

4. Estudió en el Colegio de Ciencias y Artes de Oaxaca, el mismo sitio en el que personajes como Benito Juárez y Porfirio Díaz cursaron sus estudios.

5. De acuerdo con sus compañeros como un estudiante serio, memorioso, metódico y con arrogancia defensiva, no buscaba pelitos, pero tampoco los rehuía.

6. Se trataba de un buen jugador de basquetbol y llegó a ganar un campeonato estatal.

7. No le gustaban las fiestas estudiantiles.

8. Debido a su precaria situación económica, Díaz Ordaz y su familia fueron despojados de su casa y recibidos por su tío Demetrio Bolaños Cacho, sin embargo, cuando éste recibía visitas, el expresidente y su familia debían ocultarse en un rincón de la cocina.

9. Era muy concentrado en sus estudios, se recibió a los 25 años como abogado.

10. Era aficionado a cantar melodías mexicanas y por ello aprendió a tocar la guitarra.

Cabe destacar que:

De adulto desató una fascinación por armar rompecabezas.

Los datos anteriores se basan en la obra de Enrique Krauze.

Por Redacción Digital El Heraldo de México

INFORMACIÓN: ELHERALDODEMEXICO

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