Con toda justicia, ‘Argo’ se convirtió en una de las mejores películas del 2012. Un gran caleidoscopio en el que todas las piezas encajan de manera fabulosa, gestando una obra entretenidísima con una historia increíble y apasionante.Argo-INTL-MAIN-QUAD
Y es que en cuasi contadas ocasiones podemos gozar de un film en el que todo o casi todo funciona, desde el estupendo reparto, hasta un guión sencillamente genial (abarca desde el detalle y rigor histórico pasando por la acidez agridulce de la mordacidad de Hollywood, pasando por la comedia autoparódica del sistema, y bueno… el típico dramilla pseudofamiliar insertado con calzador, peero bueeeh.. se puede pasar), y unas escenas de acción perfectamente montadas que ni mucho menos suponen un pegote comercial.
NOS MANTIENE EXPECTANTE PEGADOS A LA PANTALLA
Aunque sí es cierto que en su recta final, por mucha emoción y suspense que sea capaz de aglutinar, sí que se le notan muchísimo las cosquillas al guión en ese afán por superarse al “más imposible todavía”, en el que parece querer acercarse peligrosamente al terreno de la parodia, a pesar de que si es cierto que nos mantiene expectantes pegados a la pantalla.
Ben Affleck ya ha reconfirmado una vez más que su mayor vocación es la de dirigir bastante más por encima que la de actuar. Porque desde luego aquí nos deja otra interpretación lineal y más plana que otra cosa, más propia del que cumple con lo mínimo que del que destaca. Todo lo contrario del resto del reparto, espléndido de principio a fin, desde los siempre magníficos Goodman y Arkin (aquí podrían firmar un dueto de comedia sencillamente único) hasta el resto de los integrantes, mencionando sobre todo a los “6 jinetes”, que sin necesidad de excesivas exploraciones psicológicas con solo miradas y frases sueltas quedan más que definidos.
Una de esas películas que te dejan un excelente sabor de boca tras verla, de esos ratitos de buen cine que tanto y tanto se agradecen, de esas escasas obras que son capaces de demostrar que a veces compromiso y entretenimiento también pueden ir unidos de la mano. No solo de las que vale la pena apoquinar la cartera en taquilla, sino de las que revisionar más de una vez en cuanto traspase las pantallas. Oscar merecido y película para el recuerdo.