El Día Mundial contra el Cáncer se conmemora hoy, 4 de febrero, y la intención de estas fechas es difundir la información que se recopila en todos los países respecto al comportamiento de los diferentes tipos de cáncer en la población, así como dimensionar el impacto que tienen, para concientizar a la gente de lo que hay que hacer a fin de minimizar el número de casos.
De acuerdo con estudios y mediciones recientes, cada vez más personas sobreviven al cáncer y ello no le resta importancia, por el contrario, continúa siendo uno de los desafíos sanitarios más importantes a enfrentar.
También es un buen indicador de que estamos cosechando lo que hemos sembrado. Esto reafirma que el camino para contrarrestar las enfermedades oncológicas es la prevención y la detección oportuna.
Todas las políticas públicas de los gobiernos deben estar orientadas hacia la innovación e inversión en pruebas diagnósticas y en recursos médicos que disminuyan el riesgo de propagación.
Recurrentemente, pongo como ejemplo mi experiencia al frente de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, porque fue eso lo que hicimos: Salvar vidas con un esquema de salud preventivo y de atención oportuna.
La innovación en la aplicación de la vacuna en niñas y niños contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que es el causante del cáncer cervicouterino, marca la diferencia para estas generaciones que son inoculadas y, por lo tanto, menos propensas a contagiar y padecerlo.
El 95% de los tipos de cáncer es curable si se detecta a tiempo, pruebas como la del antígeno prostático hacen la diferencia entre la vida y la muerte. Me es grato recordar que la Ciudad de México recibió un reconocimiento del Instituto Nacional de Cancerología por la campaña “Unos segundos hacen la diferencia”.
Reforzar las campañas de prevención y atención, así como realizar tratamientos personalizados, son las claves para combatir esta terrible enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que un alto porcentaje de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, el asunto es detectarlos en fase temprana.
Algunas estimaciones indican que se podrían salvar hasta 3.7 millones de vidas cada año si se invierte en el desarrollo de estrategias adecuadas en prevención, detección temprana y tratamiento.
La OMS advierte que muchos tipos de cáncer pueden prevenirse, evitando factores de riesgo comunes como el humo del tabaco, el alcohol, la contaminación, la mala alimentación, la escasa actividad física y algunas infecciones de origen oncológico. Las tareas son de todos, de los gobiernos y de la población, es un asunto de corresponsabilidad.
Incluso, un tercio de los tipos de cánceres más comunes puede prevenirse a través de hábitos de vida saludables.
Salvaguardar la salud impacta en el bienestar de las personas y en la economía de los países.
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Source: Excelsior