En las cárceles de México, como en la mayor parte del mundo, los internos tienen “estrictamente prohibido” el acceso a internet y a tener y utilizar dispositivos móviles como teléfonos, por riesgos de extorsiones y amenazas a víctimas.
No obstante, internos de los penales del Estado de México pagan sobornos de 50 o 55 dólares a sus custodios para permitir el ingreso de teléfonos inteligente y mantener activas sus redes sociales.
Una investigación del periódico El Universal evidenció que hay activos perfiles de reos en Facebook en los que publican fotografías desde penales como Neza Bordo y Chiconautla, donde recientemente hubo disturbios.
A principios de noviembre, desde Neza Bordo, internos publicaron en redes sociales un video donde amenazaban de muerte al director y a un grupo de custodios que mantuvieron retenidos como protesta a los malos tratos. Esto después de una riña y un operativo en ese penal.
En Chiconautla hubo un motín a finales de octubre entre grupos rivales de internos y algunos publicaron fotos del momento en redes sociales.
El acceso a internet, dispositivos móviles y redes sociales al parecer es una práctica extendida en los penales, como evidenció un video publicado por El Universal, en donde aparece un joven interno en una transmisión en vivo por Facebook Live.
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En las imágenes enseña a sus seguidores cómo es su celda en el “hotel más caro del mundo”, y presenta a su compañero, a quien lo llama “El Loco”. Un joven que mató y degolló a su padrastro. “Lo amaba y no sabía cómo decírselo”, dice de él en el video. Luego asegura que la chamarra que viste su compañero se la “heredó” el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Al final, los jóvenes internos envían saludos y una recomendación a sus amigos desde el penal de Neza-Bordo: “Roben, maten y de todo…. Y si se portan mal, truchas porque se van a arrepentir”.
El diario nacional Reforma también evidencia cuentas activas de usuarios como Aldo Rapa, quien publicó una fotografía posando con un arma desde su celda, y Benja Sierra Rosales, quien se mostró solo y con sus compañeros de celda. “Parace q estás en la playa wuey” (sic), le comenta un usuario. “Si estoy de vacasiones (sic)”, afirma Sierra.
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Los reclusos tienen acceso a los celulares porque sus familiares pagan hasta 50 o 55 dólares a la semana en sobornos para los guardias de seguridad, a pesar de que la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública estipula que los centros penitenciarios deben de tener un sistema de bloqueo de señal en un área de hasta 20 metros alrededor del penal, con el fin de evitar extorsiones telefónicas y otros delitos.
Los familiares de los internos también pagan para que los internos tengan otros beneficios y “comodidades”, como una celda con cama.
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Source: Infobae