Dos hombres originarios de Tolima, Colombia, son los sujetos acribillados a tiros la semana pasada, dentro de un auto en las calles de la Condesa, en Ciudad de México.
Son ellos quienes intentaron timar a alguien al venderles cuatro paquetes de supuesta cocaína, pero que en realidad eran barras de Jabón Lirio. Terminaron asesinándolos a balazos.
De acuerdo con reportes obtenidos por ContraRéplica, hasta ayer ninguna persona en México se había presentado ante las autoridades de la Procuraduría General de Justicia de la ciudad (PGJCDMX) para reclamar los restos de los dos sujetos.
Alguien, hasta ahora no identificado, llamó hasta Tolima para avisar que los habían asesinado.
Desde allá, la familia de los hombres se comunicó con la embajada de Colombia en México para informar que aquellos muertos eran sus connacionales.
Fue el personal consular quien se presentó en la PGJ, para realizar los trámites de identificación.
Se trata de los colombianos Camilo Andrés Ortiz Reynosa y Ericsson Ducuara Bernal, quienes, según las indagatorias, viajaban a Panamá y a México de manera regular.
Fue el martes pasado cuando estos dos hombres se encontraban en calles de la Condesa.
Estaban ahí, hablando con otros sujetos que viajaban en un carro Honda, blanco. A decir de los testigos, de pronto comenzaron a discutir.
Los colombianos subieron a su vehículo e intentaron escapar, pero los hombres de aquel auto los alcanzaron, les dispararon y huyeron.
El motivo, ahora se sabe, es que los colombianos intentaron engañarlos al entregarles paquetes envueltos en cinta canela, confeccionados como tabiques de cocaína, pero que en realidad estaban rellenos con barras de jabón.
Las autoridades estiman que de haber sido cocaína, cada paquete que intentaron vender estaría valuado en el mercado negro en al menos 10 mil dólares.
Suponen que esperaban recibir alrededor de 40 mil dólares por lo que en realidad era Jabón Lirio.
Hasta ahora los investigadores no han logrado saber dónde vivían o cuándo llegaron a México. Sólo hallaron entre sus pertenencias boletos de avión para Panamá, y de autobús a Morelos.
El carro en el que viajaban tiene documentos falsos. El propietario no existe y el domicilio es un terreno baldío en el Estado de México.
Supieron que los dos hombres son originarios de Tolima, Colombia, lugar en el que el narcotráfico es mayormente influenciado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin embargo, autoridades de Colombia consultadas por este diario dudan que los sujetos formen parte de los grupos guerrilleros o de algún cártel o grupo delictivo de alto nivel colombiano.
“En Tolima no hay cultivos de cocaína, sólo laboratorios para procesar la hoja de coca que llegan de otros lugares.