La última década de vida de los latinoamericanos es la etapa de mayor riesgo para sufrir alguna discapacidad, principalmente consecuencia de actividades laborales, destacó la docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México, Nitzia Reyes Hernández.
En el marco del ciclo de conferencias en línea “Discapacidad desde sus diversos enfoques y obstáculos en la sociedad”, que coordinó la Organización Estudiantil en Pro de la Salud de la UAEM, la académica detalló que los riesgos ocupacionales pueden originarse de forma inmediata por accidentes, pero también con el paso del tiempo y al realizar de manera periódica e inadecuada determinada actividad.
Reyes Hernández puntualizó que de 120 millones de mexicanos, aproximadamente 6.4 por ciento, es decir, 7.6 millones de personas, viven con alguna discapacidad y experimentan el reto de incluirse en el campo laboral.
La integrante de la subdirección de Inclusión Laboral en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de la entidad señaló que el Estado de México cuenta con aproximadamente seis mil unidades económicas, por lo que es importante contar con espacios laborales y equipados con protección para la inclusión de personas con discapacidad.
Destacó que las normas oficiales mexicanas relacionadas con el trabajo son estrategias para ofrecer oportunidades de inclusión a personas con discapacidad, pero también están diseñadas para prevenir a poblaciones que podrían sufrir algún accidente, riesgo o enfermedad en su lugar de trabajo.
Nitzia Reyes Hernández indicó que los terapeutas ocupacionales pueden ofrecer herramientas y modelos de salud que permitan identificar, prevenir o corregir actividades laborales que eviten a futuro enfermedades, incapacidades e incluso, discapacidades.