María Elena Maldonado
Hay que ser positivos dicen muchos, en todos los medios y las redes sociales, incluyéndome a mi, se recomienda un buena actitud es un alto porcentaje en la búsqueda de la victoria, sea esta una enfermedad, el cierre de un trato, lograr un triunfo deportivo, incluso la manufactura de un platillo, una manualidad, ¡Lo que sea! Habrá que poner buena cara y hacía el interior la certeza de lograr eso que queremos. La fe proporciona un sólido respaldo a los que somos creyentes y estamos seguros que funciona y los milagros existen.
También tengo presente que a Dios rogando y con el mazo dando, para eso nos dieron inteligencia y talentos para educarnos, estudiar, evolucionar. Hay que llenarnos de conocimiento, de cultura, arte, sin olvidar mantenernos saludables, es necesario ejercitarnos, todo ello nos ayuda a un desarrollo integral. La vida espiritual es parte de ello y no hablo de ser practicante de alguna religión, en la mente de algunas personas es sinónimo de búsqueda de significado, propósito y dirección en la vida, es el amor, la compasión, esa empatía con nuestro prójimo, la naturaleza, el universo, ser parte de algo más grande que nosotros mismos y la conciencia de nuestra conexión con la creación.
En estos días me enteré de la existencia de dos científicos mexicanos interesados en el conocimiento del Cosmos, sus descubrimientos han hecho dar luz a algunos de los muchos misterios que aún se guarda el infinito. Y de un músico invitado a participar el proyecto The Sound of Science.
Uno de ellos desgraciadamente acaba de morir por contagio de covid, el astrobiólogo Rafael Navarro González (1959-2021) La búsqueda de sitios semejantes a Marte en la Tierra fue una estrategia que convirtió a Navarro en líder mundial en los estudios sobre las condiciones bioquímicas del planeta vecino. Entre sus contribuciones científicas más importantes a nivel mundial sobresale la identificación de las fallas en el procedimientos de la Misión Vikingo de la Nasa para detectar materia orgánica en el suelo de Marte, pese a que sí se encontraron estos compuestos. Esta investigación fue trascendental para el diseño del “Mars Science Laboratory” (MSL SAM), un equipo portátil de análisis químico transportado a bordo del robot Curiosity que en 2012 inició su periplo en un antiguo lago marciano. Navarro contribuyó en su diseño, puesta en marcha e interpretación de datos.
Contribuyó sustancialmente en los estudios que permitieron corroborar que el planeta rojo tuvo condiciones para la vida y que es posible que haya existido vida en Marte. Si se encontrara vida allá, lo primero que se tendría que estudiar essi su origen es independiente al nuestro, o si es complementario, proveniente del mismo ancestro común. Obvio por la actual situación recalco la alta posibilidad de producir pandemias con organismos marcianos y tomar las debidas precauciones al traer material orgánico.
Entre los reconocimientos recibidos por Navarro se encuentran la primera Beca Sabática Mario Molina; el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, 1998; la nominación en 2007 al Premio Príncipe de Asturias en el área de investigación científica y técnica;la Medalla Alexander von Humboldt (2009); el Premio de la Academia TWAS en Ciencias de la Tierra (2009), y la Medalla Vikram Sarabhai, 2012.
El otro es Carlos Frenk Mora que a lo largo de una larga carrera escudriñando y esclareciendo el origen y evolución del universo mediante teorías y modelos computacionales, poniendo la mirada en las galaxias más antiguas y en puntos tan remotos como la fracción 10 a la menos 35 (~10-35 o 0.00000000000000000000000000000000001) segundos después del Big Bang -la época más temprana, el primer momento a partir del cual se puede hablar de la física como la conocemos-, mereció al cosmólogo la Medalla y Premio Paul Dirac 2020.
Nos dice: “No van a ser los políticos, ciertamente no en México, pero en ningún otro lugar; no van a ser los ideólogos, no van a ser los teólogos. Van a ser los científicos los que van a permitir que la humanidad se reponga de esta tragedia en la que vivimos hoy día”
“Y aunque la conexión no sea inmediata entre estudiar un detalle de una galaxia y estudiar una vacuna contra el Covid-19, hay una relación muy íntima porque somos parte de este edificio de la ciencia, y la ciencia avanza en conjunto. Algunas partes van más rápido que otras, pero la ciencia es un edificio”.
Frenk recuerda el caso de un muy talentoso estudiante que al final de su doctorado decidió que no quería dedicarse a la cosmología. Ahora trabaja en AstraZeneca, compañía que junto con la Universidad de Oxford desarrolló una vacuna contra el SARS-CoV-2. Tuvo el entrenamiento de la física, las matemáticas, del cómputo, y muchos de estos desarrollos de las vacunas y la genética requieren este tipo de talentos y de capacidades.
“Así que la ciencia tiene conexiones bastante sutiles que muchos políticos no entienden. En ese sentido es que a veces me parece que debe uno preocuparse de qué tan frágil es el sistema científico, porque no es obvio”, apunta. La única forma en que se puede derrotar al hambre y la pobreza es, en gran medida, a través de la tecnología, que siempre está basada en la ciencia.
La última mención – ustedes ya podrán ampliar la información sobre estos talentosos mexicanos es para Felipe Pérez Santiago, El reconocido compositor quien ha participado en muchos proyectos de la mano de grandes figuras como Carlos Cuarón, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro G. Iñárritu, hasta elaborar obras para la astrónoma estadounidense Jill Tarter. Ahora tiene una nueva misión: crear música para el espacio
Considerado como uno de los músicos más activos y reconocidos de la escena artística actual, fue presentado como el nuevo artista residente del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), por más de 40 años esta organización se ha dedicado a la búsqueda de algún indicio que pruebe que hay vida más allá de nuestra galaxia y le han encargado a Pérez Santiago “The Earthling Project”, un trabajo cuya finalidad es crear una pieza que nos represente musicalmente en todo el universo.
Rafael Navarro González ya brilla desde ese cielo que conquisto con su trabajo y enorme talento, su legado continuara construyendo niveles superiores. Como dice Carlos Frenk, la ciencia es un edificio, Rafael ya dejo los cimientos y varios pisos construidos en el área de la astrobiología.
Tres hombres, tres distintas áreas que establecen relación con los humano y su trascender, fascinantes descubrimientos para identificarnos en el vasto océano del espacio.
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