Que se puede decir de Fania 97: es un sonido (sound system contemporáneo) que le mete duro a la cumbia y que forma parte de toda una cultura popular en el que los pasos de baile son lo principal, pero en donde las luces, los bafles, bocinas, mezclas y la voz del conductor generan un ambiente único, aquel que jala, sí, jala a multitudes.

Fania 97 forma parte de la movida sonidera, esa donde La Changa, Cóndor, Mr. Robot, Candela, Pancho y Perla Antillana se llevan las palmas… El 97 es originario de Puebla, es propiedad de Omar Rojas y la colonia Insurgentes es su centro de control.

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“El hermoso sueño que nace en la colonia Insurgentes Puebla. Esta es nuestra vida y está es nuestra pasión, por eso siempre me los llevo en mi corazón”, se lee en su cuenta de Facebook.

El sonido ha cobrado notoriedad a nivel nacional después de que en redes sociales se retomara una investigación hecha por el Periódico Central en la que se asegura que la magia de barrio que nace de fables, luces, bocinas y micrófonos tiene que ver, y mucho, con Café Tacvba.

Omar Rojas, el de la colonia Insurgentes, presumiría en su circulo más cercano que el equipo con el que pone a bailar a su público es aquel que hace algunos años le robaron a Café Tacvba en la carretera Puebla-Córdoba.

Los Tacubos ríen y Fania 97 sube a sus redes sociales videos en donde inicia sus bailes con “El Baile y El Salón” o manda saludos a los de Satélite… Ninguna acción legal se vislumbra, por lo menos, hasta el momento.

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Mientras se dilucida si Fania 97 trabaja con un equipo robado, el sonido la sigue haciendo en grande en redes sociales y hasta en Spotify se pueden escuchar las rolas que ameniza en vivo y a todo color.

En Facebook, Fania 97 tiene videos que han sido visto casi 500 mil veces. Su página es seguida por más de 300 mil personas y a 104 mil les “gusta”.

Mientras se resuelve el intrincado asunto, lo cierto es que Fania seguirá llevando alegría efímera a esos empleados, obreros, barrenderos, amas de casa, jóvenes y banda en general que se lanzan a sus bailes a recibir un saludo mientras le tupen duro al baile y son iluminados momentáneamente cual estrellas fugaces.

FF