Home tendencia Si lo supiera

Si lo supiera

0
Si lo supiera

Se llama Sol y es el Sol.

Sale de noche ignorante

De eso que llaman luz

Enceguece y enceguece

A las aves que caminan por ahí

Porque Sol como hembra

Es de carne y hueso

Como niña aún usa falda escocesa technicolor

Y pasó de los lentes más grandes que su cabeza

A los de contacto

Sus ojos son color ojos

Huele a canela quemada y miel de maple

Tiene la ternura del acero

Y sonríe una vez al año

Cuentan que nadie la ha visto aún

Encogiendo las comisuras

Abraza con los codos caídos

Poquísimas cosas le gustan

Y menos la vuelven loca, demente, orate,

porque eso es lo que le devuelve sus

Espejos sin marquesinas

Como buena Diosa de la sobriedad brillante

Y de ese minimalismo artero, y para eso

Basta verla pestañear, porque en ese acto,

es cuando cautiva mortalmente, pero no lo sabe

Sabe tanto de tan pocas cosas…

 

Un día lo olvidó todo y en su recuperación

La melancolía se la comió de un bocado

Y es increíble como Sol se deja

Olvidando una vez más que todo gira alrededor de ella

Como una órbita hipnotizada por esa belleza que quema

Y escribe y escribe y tiene tantas ganas de erupcionar

Que ya se está preparando para ello, y

Mientras tanto el mientras tanto sigue creciendo

por dentro y no se nota

Duerme angélica y sueña con ángeles rojos

Cuando me acerco a Sol, bajo algo la mirada

Y la abrazo, y es que, es imposible no

Realizar ese acto por supervivencia,

su magnetismo mata

Sus colores se multiplican

Su mirada se vuelve como una felina sin cola

Que deja huella, huellas, de todos los tamaños.

 

La amo porque la amo porque la amo,

Sin ese amor de Saga Falabella,

En silencio, a años luz de mi Sol

Danzando quieto,

a la espera de sus noticias

Sol es una mujer de carne y hueso

Que muta segundo a segundo,

Y es por eso que cualquier reloj

De muñeca no le sirve,

Porque ella como toda muñeca de verdad

Se seca, se baña, camina, llora y sonríe,

En su sol

Que parpadea

Hasta su propio fin, que será su Génesis

En el límite del infinito,

Donde la encontré y nos miramos y,

La reconocí,

Y sentí que sobre ella,

Podría escribir tomos de tomos de tomos de tomos,

Para que no me tome, y poder, si se puede, sobrevivir,

A pesar de que todos los días la veo, apareciendo por

El oriente cautivo

De su voz

Suave, suavísima, suavísima,

Hasta que el fin de todas las

Cosas empiecen a caminar.

 

Sol, es un Sol,

Y la conozco

Y por ahora, sólo yo la puedo ver,

Con el amén como disparador

Lista al arranque,

para vivir a brazo partido y con su propio cuerpo,

En sus manos.