Mantener una buena alimentación durante el embarazo es tan fundamental como en la vida diaria. Pero cuando se esta embarazada no solo se alimenta a la mamá sino también al bebé, algo que es fundamental para el desarrollo físico y mental del feto.
Una alimentación saludable, esta basada en el consumo de frutas y verduras, frutos secos, cereales integrales y legumbres, y la baja o eliminación del consumo de alimentos procesados. El consumo de lácteos, aceites de tipo vegetal, perscado y carnes también es importante pero este debe ser ene menor medida.
La ingesta del pescado es un tema en el embarazo, ya que de acuerdo con especialistas esta debe limitarse de una a dos raciones a la semana. Además debe de ir limpio, es decir sin espinas, ni cabeza.
El consumo del pescado como tal no representa algún al peligro para una mujer embarazada, sin embargo, este alimento contiene mercurio algo peligroso tanto para la mamá como para el bebé. Los pescados acumulan mercurio debido a la contaminación del agua de ríos, mares y océanos.
Acerca de cuales son los mejores pescados para el consumo del embarazo, no hay alguno que se recomiende más. Sin embargo, el pez espada, el tiburón, el atún rojo y el lucio son bioacumuladores de mercurio.
Pescados como la caballa, salmón, sardinas, tienen un contenido menor de mercurio, además son ricos en omega-3. Con las latas de atún hay que tener cuidado, ya que en estás es posible encontrar atún rojo o etiquetado como atún claro. De las latas de atún lo recomendable es no sobrepasar las dos latas a la semana.
Para evitar cualquier riesgo a la hora de cocinar, es recomendable cocinar bien el pescado, congearlo al menos 72 horas antes de su consumo y evitar las preparaciones donde el pescado se consuma crudo, ya que se podría llegar hasta una intoxicación que puede afectar al bebé.
Cómo verás el consumo de pescado no esta prohibido durante el embarazo más bien, hay que tener cuidado con el que se escoge. Incluso algunos especialistas señalan que el consumo de pescado durante la gestacion puede reducir el riesgo de parto prematuro.
