Cuando era pequeño, mi hermana llegó a casa con un obsequio: un calzado azul, casi náutico; y yo, en mi mundo de fantasía —algo daltónico, además—, juré que eran las zapatillas de Sonic y corrí por todo el patio de mi casa a velocidades que, desde mis perspectiva, superaban el Mach 3. Desde ese momento, siempre quise un par de tennis que sí representaran mi pasión por el icónico personaje de SEGA y hoy, gracias a Puma, este sueño podría hacerse realidad… aunque bajo cierto riesgo.
Puma RS-0 (Sonic the Hedgegog)
Obviamente, la paleta de colores y diseño extravagante no te harían ver estéticamente agradable, y deberías elegir muy bien con qué combinar tu atuendo, sin embargo, ¿te imaginas cuán rápido podrías correr? Valdría cada burla recibida.