Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, lamentó los hechos violentos que han azotado a la región Altos de Chiapas.
“Ante los actos permanentes de violencia que azota a la región de los Altos de Chiapas, con especial crudeza a la región de la colindancia entre los municipios de Chenalhó y Aldama, nos vemos éticamente exigidos a manifestarnos por esta vía y agradecemos la solidaridad local, estatal, nacional e internacional que se ha expresado a lo largo de los dos últimos años de violencia incesante”, señaló.
“Nos hemos mantenido en contacto directo con familias desplazadas por la violencia, conocemos su sufrimiento y el miedo con el que viven, con el que sus hijos están creciendo, sin conocer otra forma de vida que no sea la del hostigamiento y la necesidad de esconderse para no ser alcanzados por las balas”, aseveró.
Refirió que limitadamente realizan sus labores los hombres para trabajar sus tierras sin poder lograr la producción suficiente de alimentos para sus familias, así como también las artesanas y artesanos, quienes, por la noche, encerrados en sus casas, elaboran sus textiles con una luz mínima por miedo a ser balaceados.
Agregó, que este conflicto ha provocado profundo dolor y llama a mantener la calma entre indígenas.
“Instamos, una vez más, a la actuación expedita de las instancias de gobierno, con su responsabilidad de ser garantes de la buena convivencia, para que atiendan y favorezcan la resolución plena y en apego a la justicia del conflicto que lastima a toda la sociedad y que también tome las determinaciones necesarias para el desarme de los grupos paramilitares que envalentonados, operan en esta zona y en otras de Chiapas”, aseveró. (Fuente: Prensa Libre)