Las tarjetas de crédito a nivel nacional presentaron una reducción en su tasa de interés, conocida como Tasa Efectiva Promedio ponderado (TEPP), de hasta 150 puntos base, al ubicarse en 24.3% en junio pasado, como consecuencia de la pandemia generada por el Covid-19, ya que la actividad económica se paralizó y con ello, también los créditos, explicó en entrevista César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

“En general se dejaron de solicitar créditos por la parálisis económica… la actividad económica se paralizó y el informe (del Banco de México sobre Indicadores Básicos de Tarjetas de Crédito) se cerró en junio, pero toma en cuenta los meses de abril y mayo donde la actividad económica y el confinamiento fue particularmente más estricto, no había lugares para ir y deliberadamente gastar”, añadió.

Aunado a esto, explicó que dicha baja no fue porque las personas hubieran dejado de solicitar créditos, sino que fue por el detenimiento en la actividad económica. 

Aunado a esto, la mitad del saldo se otorgó a tasas menores a 22.0%, en contraste con junio de 2019, cuando la mitad del saldo se otorgó a tasas menores a 23.8% de acuerdo con datos del Banco de México.

Para explicar dicha disminución, el doctor en Economía señaló que fue por la baja en el otorgamiento de tarjetas de crédito dirigida a personas de bajos recursos o estratos sociales bajos como medida precautoria de los bancos.

“Las personas que tienen mayores ingresos son las que tienen tarjetas de crédito, porque las de pocos ingresos o las que pertenecen a los deciles bajos, digamos bajos, difícilmente tienen acceso a estas tarjetas de crédito y cuando lo logran, tienen muy altas tasas de interés”, acotó Salazar. 

Asimismo, señaló que los bancos fueron más cautos en sus programas de ofrecimientos de tarjetas de crédito.

AR