Entre las creencias que uno vive es escuchar eso en la primaria, suena lindo. La mayoría de los lugares del centro tienen origen nahua, pero en ellos sólo se refiere a qué había o cómo era el derredor. Entonces entre las pláticas de los maestros de náhuatl vienen varias teorías. La primera es que México es un concepto erróneo, porque la gramática nos dicta que viene de maguey, metl. Suena más lógico que Luna, metztli. Porque tomaron la raíz errónea de esas palabras que son parecidas y se mantuvo el (xi) de xihtli, ombligo y el co, como el locativo. Mexihco
La segunda discusión que se aventura a realizar es la de los mexicah. Se dice que venimos de los chichimecas, que si analizamos la raíz viene de mecatl, mecate o lazo, la fibra de maguey, y chichiltic, el color rojo. Para ellos sería el lazo rojo, la sangre o un cordón umbilical que es de donde nos da vida, yendo más allá en su concepción los de raza roja. Los mexicahtl, éramos los del mecate rojo, que aún viene siendo origen del maguey.
Otra palabra que se sigue escuchando por doquier es naco, esta palabra y su origen resulta de un interés excepcional, más porque es de origen náhuatl, esa voz prehispánica que habita entre nosotros sin ser notada.
Carlos Montemayor en el Diccionario del Náhuatl la encuentra. Tenemos que irnos por partes, primero dice que era utilizada para denominar a una persona ignorante, un indio, usada más en la segunda parte del siglo XX y XXI. Resulta del acortamiento de chinaco, que era como nombraban los conservadores de una manera peyorativa los guerrilleros de la Independencia y de la Reforma, porque tenían las ropas raídas o rotas.
Sería una casualidad que los orígenes puedan parecerse a los de chingar. Aunque el distraído Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) dice que viene del caló chingarár. Es decir, pelear. Aunque su sonoridad podría prestarse a hacer varias teorías, como por ejemplo, chicanate, como se le llamaba a las personas que mostraban las carnes por su ropa, es decir, un pollo sin plumas en el ano. Que para ellos, esta ofensa tiene más que ver con el ano que con la pelea, como la persona que fregaron.
Entonces una se hace consciente de todos estas referencias que son olvidadas, como la de el dios Tolo, de donde vengo. Toluca. Algunos como Alfonso Sánchez García y Gerardo Novo se dieron a la tarea de realizar increíbles investigaciones sobre Toluca. Hay tanto por leer, y mirar, como los restos del cerro del Toloche, o en el Nevado de Toluca, donde han encontrado evidencias que pueden referir a que era un lugar donde se hacían rituales a Tláloc, además de servir de observatorio.