(NOTICIAS YA).- 12/Diciembre/2020
Cuando Erin Durga, una maestra de tercer grado, descubrió que el conserje de su escuela necesitaba un trasplante de riñón tuvo el presentimiento de que ella podría ser la donadora perfecta para él.
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Durga y Pat Mertens, el conserje de la Escuela Primaria Kimball en Kimball, Minnesota, comenzaron a trabajar en la institución el mismo año, 2011. Durante los últimos 9 años, han creado una amistad muy fuerte.
La maestra dijo que su familia y la de Martens se han hecho cercanas en casi una década de conocerse, y que incluso sus hijos le dicen “Papa” pues crecieron en la guardería de la esposa del hombre.
La escuela sabía que Mertens estaba recibiendo diálisis, considerando que el hombre de 64 años debía dejar la escuela para recibir tratamiento 3 días a la semana. En enero, la comunidad escolar organizó una recaudación de fondos para ayudar a Mertens.
Sin embargo, nadie sabía qué tan severa era la enfermedad de Mertens hasta que su hija, Kayla Matten, publicó en redes sociales que necesitaban desesperadamente de un donador de riñón.
“Estamos en el proceso de intentar encontrar a alguien con sangre tipo O y alguien que esté dispuesto a donar su riñón”, escribió Matten en una publicación de Facebook en enero.
En 2017, los doctores diagnosticaron a Mertens con fallo congestivo cardíaco y renal. Sus riñones estaban funcionando en un 12%. Debido a su tipo de sangre, Mertens tendría que esperar hasta 5 años para un trasplante de un donador fallecido.
“Algunos familiares han sido examinados y desafortunadamente no tienen el mismo tipo de sangre o tienen otros problemas de salud que los restringen de donar”, escribió Matten. “Sabemos lo que la oración puede hacer, y correr la voz”.
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Durga dijo que cuando vio la publicación decidió ayudar sin dudarlo. “Había estado esperando hacer algo grande para alguien. Sólo no sabía qué iba a ser”, dijo la maestra a CNN.
“Cuando leí la publicación de su hija, sólo tuve escalofríos. Tuve un presentimiento de que eso iba a ser mi ‘algo’. Supe desde ese momento que yo iba a ser una candidata viable”, dijo Durga.
Al día siguiente, Durga contactó a Lynda, la esposa de Mertens, para informarle sus planes de ser donadora. “Ella estaba sentada a lado de su hija y volteó y dijo ‘va a ser Erin’”, dijo la maestra. “Ambas simplemente lo supimos”.
Su proceso de trasplante fue retrasado cuando llegó la pandemia de Coronavirus, sin embargo, pudieron avanzar con visitas al laboratorio y citas virtuales, e incluso haciendo trámites por correo.
El 12 de junio, Durga descubrió que sí era compatible con Mertens. La maestra organizó una celebración en la casa del hombre y usó una camiseta con la palabra “donadora”.
“Pat no es de muchas palabras, o muchos abrazos. Pero nos abrazamos y sólo estábamos muy emocionados, los dos, de que realmente iba a pasar”, dijo Durga. “Él realmente iba a obtener un riñón”.
La cirugía de trasplante fue el 3 de julio. Ahora ambos pacientes se han recuperado y regresaron a trabajar con medidas de distanciamiento social cuando la escuela reabrió en el otoño. Aunque debido al aumento de casos de Coronavirus tuvieron que regresar a aprendizaje a distancia.
Mertens dice que se siente increíble con su nuevo riñón y que está agradecido con Erin y con todos su doctores y personal médico. “Todo lo que puedo decir es que ella es un ángel”, dijo el hombre sobre Durga.
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