Mis chanclas son
la sombra de mi verano.
Son atemporales,
en sus suelas
marcan la persona
que solía ser.
Como aquellos googles
de la famosa franquicia
Armo un horario
y miro lo que viene.
Claro que el FUTURO
da miedo,
no por ello se va
a detener.
¿Por qué literatura?
Siempre la misma
pregunta de los otros
y de mí mismo.
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por
qué?
¿Poooor
queeeeeeeeeeé?
Ni tabulando,
ni alargando la palabra
me es fácil responder.
En un libro leí que un libro
te encuentra,
y es cierto,
no consumimos literatura;
la LITERATURA nos consume.
TODO ES LITERATURA.
Crecemos junto con personajes ficcionales;
no hay realidades, cada sujeto es una creación
nuestra, como nosotros también nos creamos.
¿Por qué crecer? ¿Por qué este miedo?
Otra vez con la maldita pregunta.
“¿Qué harás mañana?” preguntan Agumon
y Gabumon a unísono.
“No lo sé” “Buena pregunta”
Creo responden los niños elegidos,
sino me creen vean la película.
Cuando no sabemos qué hacer mañana
el pasado se pierde
y el presente se escapa dentro las manos,
sabemos como Taichi y Yamato
que debemos crecer.
Crecemos y es la única
aseveración
que tenemos junto con …
la MUERTE.
Suena Butter Fly en tono triste.