Algún día creceré
y tenga o no hijos,
les contaré
sobre una loca
tía que me adopto
como hijo.
Algún día creceré
y contaré
todas las aventuras
que abrías de tu
bolsa imaginativa.
Que una tarde aburrida,
quedaba en el olvido,
por saltos de ranas,
o cebolladitas
¿Cómo les llamabas?
Algún día creceré
y replicaré
todos tus juegos.
Cambiaré
los nombres de
alimentos
para hacerlos
más apetitosos.
Algún día creceré
y te llamaré
desde un lugar
ajeno a tu casa.
Crearé nuevas
creencias fuera
o dentro de tus
conceptos.
Algún día creceré
y contaré la historia
de dos sílabas,
dos K
y dos vocales: I y A.