¿Habías oído acerca de los gatos sin cola? Pues existen, y a la raza se le conoce como gato Manx. Entre esta raza felina existen gatos que no tienen absolutamente nada de cola, y otros que cuentan con protuberancias o muñones (conocidos como “stumpies”). Los Manx son gatos domésticos, como cualquier otro minino que puedes tener en casa, y carecen de su cola alargada debido a una mutación genética. Si quieres saber más sobre ellos, te compartimos el resto de sus características y los cuidados que deben tener, con información de Purina.
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Los gatos Manx son originarios de la isla de Man, una dependencia de la corona británica situada en el mar de Irlanda. El primer estándar conocido de la raza fue publicado en 1903. Y en su lugar de origen son conocidos por ser excelentes cazadores, por lo que usualmente son empleados como cazadores por los granjeros que tienen problemas de roedores. También acompañan con frecuencia a los tripulantes de los barcos en la región, por la misma razón.
Características de los gatos Manx
La particularidades más evidente de estos felinos es que solo suelen contar con un pequeño trozo de cola. Existen en todos los colores naturales de gatos, aunque los ejemplares completamente blancos son más raros. Por otro lado, cuentan con cuerpos y cabezas redondas. Así como con ojos grandes y redondos también.
Sus patas delanteras son mucho más cortas que sus patas traseras, por lo que su lomo está colocado a una altura mayor que la de sus hombros. Pueden tener pelajes cortos o largos, y a los Manx de pelo largo también se les conoce como gatos Cymric, en algunas organizaciones dedicadas a la clasificación de las razas felinas.
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Cuando se expone a nuevas actividades, personas y animales desde una edad temprana, el Manx es adaptable e incluso disfruta conocer y saludar a gente nueva. Son animales lo suficientemente inteligentes como para aprender trucos como ir a buscar y caminar con una correa. Y como mascotas orientadas a las personas, necesitan mucha atención.
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Cuidados que deben recibir los gatos Manx
Cuentan con una esperanza de vida de entre 8 y 14 años, en condiciones de vida óptimas. Mudan de cabello todo el año, especialmente durante la primavera y el otoño. Es importante cepillar su pelaje, que es de doble capa, con frecuencia para eliminar el pelo suelto.
Generalmente son animales saludables, pero pueden sufrir de algunas enfermedades y afecciones específicas que incluyen:
- Artritis en el coxis.
- Distrofia corneal.
- Síndrome de Manx: una colección de defectos que incluyen una columna corta, problemas del tracto urinario y dificultades para defecar y digerir. El síndrome afecta aproximadamente al 20% de los ejemplares de esta raza.
Además, a pesar de la falta de cola, todavía existen terminaciones nerviosas en esta zona de sus cuerpos y pueden ser extremadamente sensibles.
A diferencia de la mayoría de las razas de gatos, los Manx no alcanzan la madurez completa hasta que cuentan con aproximadamente 5 años de edad. No obstante, sólo necesitan comida para cachorros durante el primer año de su vida, y después pueden hacer la transición al alimento para adultos.
