¿Te imaginas que un perro o gato callejero llegaran tocando a tu puerta por un poco de refugio? Esto le sucedió a una mujer en Quebec, Canadá, cuando encontró a un gatito atigrado naranja en la puerta de su patio trasero, quien estaba pateando y maullando para que lo dejara entrar, porque afuera estaba nevando y hacía mucho frío.
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El felino no tuvo otra opción que pedir ayuda humana ante lo mal que la estaba pasando durante la nevada. La mujer lo acogió y buscó ayuda profesional, para esto contactó a la organización Un Chat à la Fois (Un gato a la vez), que se dedica al rescate de gatitos en situación de calle.
Aunque la asociación no acepta gatos adultos, al ver la foto de este pequeño, fue inevitable no recibirlo. Una vez ahí, los voluntarios decidieron llamarlo Aslan en honor al león de las películas de Las Crónicas de Narnia y lo llevaron con el veterinario para que lo examinara, el felino se comportó bastante tranquilo con las personas, así que dedujeron que probablemente ya había tenido una familia humana.
�� besoin d’aide ��Bon samedi matin à tous ❤90$ sur 90 pour Aslan110$ sur 110$ qui manque de la facture de Cassonade…
Publicado por Un chat à la fois / One cat at a time en Sábado, 2 de marzo de 2019
En la revisión descubrieron que el gatito callejero estaba en condiciones deplorables, tenía rinotraqueitis (gripe felina), conjuntivitis, obesidad, estaba casi congelado, le faltaban dientes y muchos de los que tenía estaban rotos o infectados; pulgas en todo su cuerpo, sangrado en las orejas, y por último, dio positivo a sida felino (FIV).
Un gato no vive afuera, sobrevive. Aslan es un jovencito gordo súper agradable, parece feliz de ser salvado. Tiene unos 6 años, es FIV (sida felino), pero no se preocupen, Aslan seguirá teniendo una buena vida. El pobre gatito ha pasado por tanto”, escribió la fundación en sus redes sociales.
El minino necesitó de muchos cuidados, medicamentos y antibióticos, le realizaron pruebas de sangre y orina, lo rasuraron por su pelo lleno de pulgas y nudos, tuvo una cirugía dental (los voluntarios notaron que le dolía su boca al comer) y finalmente lo castraron.
Un Chat à la Fois sabía que resultaría difícil encontrarle una familia que lo quisiera adoptar, porque muchas personas se sienten incómodas con gatos portadores de sida. Afortunadamente, ya que estuvo mejor de salud, le encontraron unos padres humanos adoptivos que lo aceptaron.
Mise à jourAslan notre gros pacha �� va mieux. Il va recevoir son premier vaccin sous peu. Concernant son diabète…
Publicado por Un chat à la fois / One cat at a time en Miércoles, 20 de marzo de 2019
En su nuevo hogar, se llevó muy bien con una gatita que ya era parte de la familia llamada Cleo, quien igualmente fue rescatada. El felino es muy feliz y cariñoso ahora que está viviendo bajo un techo cálido donde le dan mucho amor.
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Los encargados de la organización dijeron que si el gato no hubiera pedido ayuda a la mujer, por su desgaste físico y emocional, no hubiera podido sobrevivir en las calles por mucho tiempo más. Justo a tiempo, el pequeño Aslan tocó a una puerta sin imaginar que esto le cambiaría su vida.