Este hecho sucedió hace seis años, pero todo parecía felicidad en la vida de Adrián, quien después de cobrar su fortuna, prometió a su familia y amigos que se tomaría una pausa para realizar unas largas vacaciones, que siempre había deseado, y que concluyendo esos meses, se reintegraría a su trabajo de vender discos.
La vida de millonario lo llevo a recorrer muchos países y lugares exóticos, pero finalmente el hombre regresó a su casa y decidió cerrar en forma definitiva su negocio, debido a que se quejaba de que las personas y clientes de su negocio, solamente se acercaban a él por interés.
Pasan los días, Adrián toma otra decisión junto con su esposa, que consistió en la compra de una exclusiva mansión de 40 hectáreas con valor de 7.8 millones de pesos.
La felicidad se acabó en el matrimonio de Adrián y Gillian, quienes al tiempo terminaron en divorcio.
Para su tristeza, decidió comprar un local para volver a los negocios con la compra-venta de películas en Cambridge, Reino Unido, y a los meses fracasó en el proyecto al cerrarlo.
El dinero está, supuestamente, para hacer a todo el mundo feliz, pero convierte a la gente en personas exigentes y codiciosas. Les he dado dinero, casas y coches, pero siguen queriendo más, comentó Gillian hace un tiempo en una entrevista.
Adrián decide olvidar a su exesposa y comienza a salir con mujeres y conoce a una chica de nombre Samantha, con quien vivió una intensa relación; pero a los meses, el romance se acabó.
Después conoce a otra joven atractiva llamada Lisa y Adrián vive otra decepción después de unas vacaciones, la mujer decide dejarlo.
Algo hizo que Adrián cambiará ese ritmo de vida que llevaba tras haberse ganado el “gordo” de la lotería, y finalmente regresó a su barrio en Massachusetts para recuperar el local en donde durante 20 años estuvo Suffolk Music Center.
Abrió las puertas del local apoyado por amigos que ahora trabajan con él, y en forma lenta va recuperando su vida.
El reabrir su tienda antigua es cerrar un ciclo en su vida, en donde con el dinero dé felicidad y sirva para realizar algo que realmente lo apasione, finalizó Adrián.